Se abre el debate sobre los cambios que debe haber en la actividad, opinaron los juristas del país que están a cargo de las facultades en las grandes universidades. Panorama EL NUEVO SIGLO
Una profunda reforma a la Justicia pidieron los decanos de Derecho de las principales universidades del país. En este sentido, el ministro de Justicia, Jorge Londoño, dijo que en estos momentos es viable una reforma pero en aspectos puntuales.
El funcionario manifestó que “sí, una reforma de las pequeñas cosas para hacer una gran reforma con la conformación de misión-justicia no se pretende hacer la gran reforma de equilibrio de poderes, sino trabajar en pequeños puntos, en mirar los procedimientos a ver si se puede hacer algunas reformas para que ellos puedan ser más expeditos, en ver prácticas judiciales”.
Agregó que “pero sobre todo mirar que lo que está determinado, impidiendo que el ciudadano no pueda acceder fácilmente a la justicia, y eso se hace a través de la reforma de las pequeñas cosas”.
Frente a lo que debe ir en una probable reforma sostuvo, “está la ley de procedimiento penal abreviado, en donde de cinco audiencias se pasa a dos audiencias y en donde vamos a tener la posibilidad de que 400 mil procesos puedan ser conocidos de una forma rápida al año, esas son las reformas que en nuestra perspectiva necesita el país, las grandes reformas seguramente vendrán después”.
“Las grandes reforma de equilibrio de poderes o las grandes reformas de las grandes cortes seguramente será un estadio, que vamos a recorrer posteriormente”, dijo.
Los retos
Por su lado, Julio Andrés Sampedro, decano de la Pontificia Universidad Javeriana, anotó que “no solamente es viable sino necesaria hoy una reforma para afrontar los retos que la nueva realidad nacional está produciendo en el país y le está generando a todas las instancias públicas y privadas en materia de justicia”.
Frente a los puntos que deberían ir en la reforma, resaltó que “una humanización de todo el sistema judicial y una visión de apuesta por un sentido de justicia restaurativa, tanto en lo ordinario, como en lo transicional, creo que hay que fortalecer el papel de los jueces sin duda como directores de los procesos, como la figura central dentro del sistema judicial”.
A su turno, el decano de la facultad de derecho de la universidad del Rosario, Juan Carlos Forero, indicó que “de cara al posconflicto, de cara a una jurisdicción especial para la paz, uno de los tópicos de la reforma a la justicia tendría que redefinir el alcance de las funciones de la Procuraduría, así como también mirar el rol del Ministerio Público frente al posconflicto. La reforma a la justicia no solo debe ser integral, sino que debe empezar por la base”.
Recalcó que “el problema es que siempre se ha visto como una reforma de las altas Cortes y de los altos organismos y la reforma a la justicia debe empezar por la base, es decir por la remuneración, la capacitación de los jueces municipales, de los funcionarios que están más cerca del ciudadano. Entonces la reforma a la justicia se materializa cuando hagamos una reforma de ciudadanos de a pie”.
Señaló que “los puntos principales de reforma primero la cobertura total en el territorio colombiano de operadores jurídicos, la capacitación de los jueces, la materialización de la carrera en la Procuraduría y la Fiscalía que aún debe consolidarse y la creación de justicia de pequeñas causas, es decir los jueces de proximidad”.
Eficiencia
Entre tanto, Catalina Botero, decana de derecho de los Andes, manifestó que “creo que una reforma a la justicia es importante, una reforma a la justicia serviría para facilitar el acceso de los ciudadanos y la eficiencia en la administración de justicia, pero creo que debemos ir por partes, entonces estamos enfrentando un desafío enorme intentando realizar la paz, me parece que los esfuerzos deben concentrarse en eso, pero sí creo que una de las formas de consolidar esa paz es mejorar la administración de Justicia”.
Por su parte, el decano de la Universidad de la Sabana, Juan Fernando Córdoba, dijo que ”yo considero que en estos momentos cabe, como sabemos ha estado aplazada en la reforma denominada equilibrio de poderes, se pretendió hacer una reforma estructural que finalmente se fue diluyendo en ese proceso, y también la Corte Constitucional no avaló ese proceso, y desde ese momento se dijo que se tenía que hacer una reforma a fondo”.
Señaló que “es posible que haya nuevamente la pretensión de reformar jurídicamente esa administración de la justicia, por otro lado pienso que es posible, dada la coyuntura lo que ha sido la negociación de paz y dependiendo de los resultados de los acuerdos a que se llegue en esto, es muy posible que se presenten reformas estructurales”.
José Gregorio Hernández, decano de la Universidad del Sinú, anotó que “la reforma a la justicia es una necesidad que tiene el país como se puso de presente en la última reunión en Barranquilla, la corte Suprema de Justicia adelantó una investigación en la que se plasma todas las necesidades”.
Sostuvo que “creo que la reforma a la justicia tiene que hacerse pero no necesariamente, tiene que ser una reforma constitucional, tenemos que tocar los temas prácticos, que son aquellos que tienen que ver con la necesidad de administración de justicia, el ciudadano del común tiene muchos problemas, muchas dificultades”.
Por su lado, Alfonso Clavijo, decano de la academia colombiana de abogacía, resaltó que “es necesaria para agilizar los procesos y mejorar el ingreso de la persona y la educación de los jueces para que tengan una mayor educación universitaria”.
Clavijo aseguró, “debe ir la distribución de los poderes, la cooperación entre los diferentes magistrados, acabar la segunda instancia en muchos procesos para que sea más ágil, y un proceso no dure 20 o 30 años”.