¿Debe el Gobierno dar ultimátum al Eln? | El Nuevo Siglo
Martes, 9 de Febrero de 2016

Al término de un consejo de seguridad ayer en Arauca el presidente Santos advirtió al Eln que se equivoca si cree que acudiendo a actos terroristas va a lograr sacar ventajas en una negociación, esto tras atacar con cilindros la Brigada18 ubicada en esta ciudad. A pesar de que el Jefe de Estado ordenó arreciar la ofensiva contra esta guerrilla, hay quienes consideran que es necesario condicionar la continuidad de los diálogos exploratorios a que dé gestos de paz, como la liberación  de los secuestrados.

 

“Este ataque que hizo el Eln, con estos tatucos desde una volqueta, es parte de una estrategia que el Eln está adelantando para tratar de mostrarle al país que todavía tienen capacidades y a lo que pueden acudir es a este tipo de actos”, consideró el Jefe de Estado.

Agregó que “se equivoca de cabo a rabo el Eln si cree que con acciones militares de ese tipo, si cree que con ataques de esta naturaleza, están allanando el camino hacia la paz. Si creen que van a llegar más fuertes a una mesa de negociación, están totalmente equivocados”.

 

Por ello previno que se equivocan porque si creen que el Estado colombiano va a bajar la guardia en ocupar las zonas y los territorios que van a dejar las Farc, una vez  se logre el acuerdo de paz.

 

En ese sentido el presidente Santos ordenó a las Fuerzas Armadas arreciar la ofensiva contra esta guerrilla y además condicionó continuar las conversaciones a la liberación del ingeniero Ramón Cabrales, secuestro hace cinco meses, y del  cabo Jair de Jesús Villar Ortiz, quien fue raptado la semana anterior en zona rural del municipio de Segovia, Antioquia, cuando se desplaza de civil y sin armas en una moto.

 

“Yo quiero decirles a estos individuos que nuevamente les exigimos la liberación del cabo Villar y del ciudadano Ramón Cabrales. Si quieren, como lo expresan por otro lado, iniciar cualquier tipo de negociación, tienen que liberar a estos secuestrados”, dijo el presidente Santos al Eln.

 

Sin duda este es el momento más crítico en los cerca de tres años que llevan los diálogos exploratorios que ha sostenido el Gobierno con el Eln con miras a iniciar una negociación formal similar a la que está a punto de concluir con las Farc en La Habana.

 

Una luz de esperanza se prendió a finales de diciembre pasado, cuando el máximo cabecilla de esta organización alzada en armas, Nicolás Rodríguez Bautista, alias ‘Gabino’, dijo que ya estaban listos para iniciar las conversaciones formales de paz con el Ejecutivo.

“Hemos logrado elaborar una agenda de negociación, a la que no le falta ni una coma”, dijo el subversivo. Añadió sobre el inicio de la fase pública de negociación que “tenemos confianza en que por fin llegue ese momento comenzando el año venidero”.

 

Las buenas noticias sobre ésta parecieron seguir surgiendo a finales  de enero, cuando el presidente Santos en el marco de la IV Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), en Quito, preguntado sobre la negociación dijo que "estamos en la parte confidencial (…), tengo que respetar esa confidencialidad (porque) cualquier cosa que yo diga sobre ese proceso en este momento estará rompiendo la confidencialidad".

 

No obstante a pesar de la cautela que mostró Santos para referirse al tema dijo que esperaba que se pueda pasar "de la fase confidencial a la fase abierta, lo más pronto posible". En ese sentido explicó que "hay algunos asuntos que todavía tenemos que definir, pero yo sí espero que muy pronto iniciemos esa fase abierta que nos permitirá avanzar con el Eln".

 

No obstante días después el clima empezó a enrarecerse a raíz de las afirmaciones del Eln al señalar que estaba listo para iniciar las conversaciones formales, pero que esto no había sido posible por falta de voluntad del Gobierno.

 

"Nuestra delegación para el diálogo está preparada desde noviembre pasado para acudir al ciclo donde debe darse por concluida la fase confidencial de estas conversaciones y dar inicio a su fase pública", señaló esta guerrilla en un comunicado.

 

Esta afirmación fue replicada por el presidente Santos el pasado 1° de febrero, cuando le dijo al país que “ellos saben que eso no es cierto, nosotros estamos pidiéndoles desde hace ya algún tiempo que se facilite una serie de reuniones que tenemos todavía por delante, para pasar de la fase confidencial a la fase pública. Estamos a la espera de concretar esas fechas por parte de ellos”.

 

Un par de días antes el jefe del equipo negociador del Gobierno en las negociaciones de paz con las Farc en La Habana, Humberto de la Calle, hizo un llamado al Eln para que se sume a los diálogos de paz.

 

“Hacer un llamado al Eln para que se integre a las conversaciones. Queremos un fin del conflicto global en Colombia. Necesitamos integrar al Eln y ese es el deseo de todos, el Gobierno está haciendo lo que le corresponde. Las condiciones están prácticamente dadas”, dijo De la Calle.

En tanto que la semana pasada el tono del Gobierno subió frente al Eln, pues Frank Pearl, también integrante del equipo negociador en Cuba advirtió que "al Eln se le está acabando el tiempo para hacer parte de la solución política al conflicto armado en Colombia".

Añadió que "si de verdad esa organización quiere alcanzar una salida negociada al conflicto armado, tiene que ser capaz de tomar decisiones de fondo y cambiar las palabras y los comunicados ambiguos e inútiles por hechos claros y concretos de paz".

 

No obstante, la respuesta del Eln fue el secuestro del cabo Villar y ahora el atentado en la madrugada de ayer a la Brigada 18 en el municipio de Arauca, que aunque solo dejó algunos daños locativos en la guarnición y tres carros afectados, puso en peligro a la comunidad que vive en los barrios aledaños, especialmente teniendo en cuenta que estas armas artesanales no tienen buena precisión en el blanco.

 

¿Hablar más duro?

A pesar de que como se dijo las medidas que adoptó el presidente Santos ayer después de que el Eln atacara la Brigada 18 en Arauca son las más fuertes en lo que va corrido de las conversaciones exploratorias, hay quienes consideran que es necesario un ultimátum a esta guerrilla para forzarla a que manifieste si verdaderamente quiere subirse en el ‘bus’ de la paz.

 

Otros consideran que más que un ultimátum lo que se requiere es que el Gobierno explique el real avance de estas negociaciones y ponga líneas rojas antes de seguir los diálogos, por ejemplo, exigiendo al Eln la liberación inmediata de los secuestrados.

El exministro de Salud y hoy director del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz, Camilo González Posso, le dijo a EL NUEVO SIGLO “pues ha habido un intercambio de acusaciones donde cada parte dice que ya está lista. Lo que tiene que hacerse es reunirse e informarle al país cuáles son los desacuerdos, pero no seguir en esa correspondencia por periódico, que es poco serio”.

 

Añadió que “el Eln me parece que está cometiendo una estupidez contra el país y contra ellos mismos al hacer este tipo de ataques que los desprestigian y no significa ningún fortalecimiento hacia la mesa de negociación y confunden a todos los sectores ciudadanos”.

No obstante, González Posso no se mostró partidario que en este momento el Gobierno haga un ultimátum a esta guerrilla frente a la posibilidad de no continuar las conversaciones. “Creo que es un tema que en negociaciones de pez es improcedente, creo que no debe cerrarse la puerta a la solución negociada y que quien se desprestigia es el que está inconsecuente, y eso los aísla”.

 

Por su parte, Camilo Gómez, comisionado de paz durante la administración de Andrés Pastrana, consideró que “creo que con el Eln siempre ha existido una especie de aciertos y desaciertos   del Estado colombiano que ha intentado negociar con ellos, pero al final el Eln siempre saca alguna disculpa para no tener una definición clara sobre las negociaciones o no negociaciones”.

 

Por ello, Gómez consideró que este es un momento en que “se tiene que definir si hay o no negociaciones. El Gobierno nacional fue el que anunció unos días antes de las elecciones al país que la negociación con el Eln ya estaba lista, pero realmente no sucedió”.

 

En ese sentido, Camilo Gómez dijo que “creo que también que mostrar sinceridad del Gobierno sobre el estado real de estas negociaciones”.

 

Añadió que “más que ultimátum es que les cuenten a los colombianos cuál es la realidad de las negociaciones. Aquí los ultimátum no generan nada, pero el hecho de que el presidente Santos pocos días antes de la elección presidencial haya dicho que ese proceso ya estaba muy avanzado, creo que nos obliga a revisar, a pedirle al Gobierno que nos diga exactamente en qué estado se encontraban las negociaciones, si es que las ha habido porque uno pone un ultimátum cuando tiene una negociación avanzada o por lo menos iniciada. Aquí está claro que de una parte el Gobierno nos tiene que contar cómo estaba la negociación, y de otra el Eln tiene que tomar una decisión”.

 

En tanto que el senador Fernando Nicolás Araújo Rumie, del Partido Centro Democrático, dijo que “la oleada terrorista del Eln es fruto de la actitud del Gobierno por dos razones: por un lado el abandono de la Seguridad Democrática, que de haber continuado tal vez el Eln ya no existiría, y segundo que cuando se le da la posibilidad de incidir políticamente, y es una negociación, ese es el actuar de la guerrilla, que utiliza la violencia y el terrorismo para presionar sus intereses en la mesa de negociación. Entonces pienso que la responsabilidad es del Gobierno en el sentido que ha permitido que la guerrilla intensifique su accionar violento contra los colombianos”.

 

En ese sentido el senador uribista se mostró partidario de que “lo que tiene que hacer el Gobierno es ponerle un ultimátum  a la guerrilla y decirle que si quiere negociar cuáles son las condiciones, cuáles son los negociables y si la guerrilla no quiere pues el Eln tendrá que someterse a las condiciones y a la Fuerza Pública que tiene todo el derecho constitucional de velar por la seguridad de los colombianos”.

 

Mientras que el senador Roy Barreras, copresidente de la Comisión de Paz del Senado, dijo que “creo que mientras que el Eln mantenga colombianos secuestrados ni siquiera se debe establecer comunicación con ellos. La condición para cualquier tipo de diálogo obedece a la liberación inmediata  de los  secuestrados y la suspensión de los ataques terroristas. El Eln no parece estar en esa disposición. Nadie discute ya en el mundo que el secuestro es un crimen oprobioso e inaceptable. Las Farc hicieron ese compromiso y por eso se avanzó con ellas”.

 

El Parlamentario del Partido de La U dijo que lo que procede es la liberación inmediata sin condiciones de los secuestrados y la suspensión de los ataques terroristas, y luego sí “podrá hablarse de una agenda de diálogo”.

 

Barreras dijo que ultimátum “es una palabra muy desgastada, no sé quién la habrá usado, no voy a usarla porque nadie cree ya en los ultimátum. Me parece que es una condición sine qua non la liberación inmediata de los secuestrados, la suspensión de actividades terroristas para siquiera plantear una agenda de diálogo. Mientras el Eln no asuma esos hechos concretos de voluntad de paz, hay que tratarlo como lo que es, una guerrilla enemiga que hay que confrontar con toda la fuerza del Estado”.  

 

Medidas

. “Nuestras Fuerzas han recibido la orden de concentrar sus esfuerzos y toda su capacidad de inteligencia y capacidad operativa en contra del Eln”: Santos. Ordenaron al Ministro de Defensa y a los comandantes intensificar las operaciones contra esta guerrilla y todas las formas de delincuencia que se deriven de su presencia en Arauca y la frontera con Venezuela.

 

. El Gobierno tiene información que el Eln está metido directamente en el contrabando en la frontera. Por ello se ordenó intensificar los operativos en la frontera con Venezuela, incluso haciendo presencia  en las trochas que no están controladas.

 

. Se está ofreciendo una recompensa de $1.500 millones para quien entregue información que lleve a la captura del subversivo del Eln que planeó el ataque contra la guarnición militar en Arauca.

 

. Además se ofrece una recompensa por los dos individuos que lanzaron los artefactos explosivos de hasta $100 millones.