Centro Derecha que desarrolló el Partido Conservador. En la jornada de ayer predominaron los panelistas como el vicepresidente Óscar Naranjo; el jefe negociador del Gobierno en el proceso de paz con el Eln, Juan Camilo Restrepo y el director del Centro Democrático, Fernando Londoño.
Aunque hablaron del mismo tema, sus conceptos fueron muy diferentes. El vicepresidente Naranjo, quien cerró la jornada, se mostró altamente preocupado por el tema del microtráfico en las ciudades. Sostuvo que “hoy se estima que entre cuatro y 6 toneladas métricas de clorhidrato, se quedan para el consumo interno, aquí llamaría la atención, se da el fenómeno del microtráfico, pero la verdad no es un problema de microtráfico, es un fenómeno de gran tráfico, y es un fenómeno estructural”.
Manifestó en el diálogo que la revaluación del dólar ha sido el gran estímulo para los cultivos ilícitos y la producción de drogas. “Pero también es cierto que dado a la lucha que hemos emprendido contra las drogas, y personalmente contra los cultivos ilícitos, tendríamos que coincidir, porque así lo muestran los mapas, que en los últimos años se produjo particularmente desplazamiento en buena parte de esos cultivos a parques naturales, donde hace muchos años, por razones de protección del medio ambiente, era imposible la aspersión por vía aérea”, señaló.
Los cultivos
Sostuvo el Vicepresidente que la prohibición de aspersión en la frontera con Ecuador, lo que significó fue un crecimiento de los cultivos, “esa realidad es así, sería hipócrita de mi parte negar esa realidad”.
No obstante el general Naranjo explicó que hoy en escenario aparece como una oportunidad histórica para los colombianos el acuerdo del fin del conflicto con las Farc. Dijo que algunos críticos se preguntan sobre él por qué el tema de las drogas en La Habana, “lo que hubiese sido un error, hubiera sido imperdonable, hubiera sido una negación no hablar del tema”.
Recordó el Vicepresidente que lo que se trataba era de llegar a la firma de un acuerdo de paz sobre la certeza de una declaración que se comprometiera en el acuerdo de romper ese vínculo y en ese orden de ideas el acuerdo va mucho más allá”.
Dice que las Farc romperán cualquier vínculo que hayan tenido con el narcotráfico y al mismo tiempo se comprometen de distintas formas a contribuir en la superación de la legalidad. “Habría que recordar también que cuando Colombia decidió asperjar vía aérea los cultivos, lo hizo por materia operacional, dado que el conflicto que teníamos en las zonas cocaleras hacía imposible la erradicación manual”.
Crítica al acuerdo
Sin embargo al vicepresidente Óscar Naranjo lo secundó un feroz crítico de los acuerdos, el exministro Fernando Londoño, quien señaló que asistía al foro a nombre personal, como académico, y no a nombre de algún partido político.
“En la convención del Centro Democrático dije que hace algunos meses, la discusión era clara, hay que impedir que Colombia quede en manos del comunismo y de las Farc, ya la discusión es distinta, Colombia está en manos del comunismo y de las Farc, y es que como nadie se ha leído los acuerdos de La Habana porque son muy pesados, porque son muy aburridos”.
Señaló Londoño, quien después de mucho tiempo volvió a un foro conservador, que “por ejemplo donde está el poder legislativo aquí vi a tres ilustres senadores, y probablemente ellos siguen creyendo que hacen las leyes, quiere decir que no se han leído el acuerdo, porque el acuerdo dice que el Congreso no puede respaldar ninguna ley que no haya sido aprobada por el comité de seguimiento, integrada por tres funcionarios del Gobierno y por tres miembros de las Farc, y que las diferencias las resuelve Noruega, Chile, Cuba y Venezuela”.
“Son los dueños de 26 pueblitos de paz, que son los únicos sitios donde hay de verdad buena luz, buena agua, buen teléfono, casas dignas, campos de fútbol, lugar de conferencias, 26 pueblitos, 26 lugares para el dominio territorial”, señaló.
Y habló sobre el tribunal de paz que muy seguramente expresó lo investigaran a él, “está dicho que esa justicia especial para la paz que va a castigar a todos los enemigos de la paz”.
Y el Eln
El primero en hablar acerca de este tema de la paz fue el jefe negociador Juan Camilo Restrepo, quien afirmó que los diálogos con ese grupo insurgente han sido particularmente difíciles porque varios de sus jefes se refugian en territorio venezolano.
Restrepo aseguró que esto complica el combate contra ese grupo insurgente porque no se pueden utilizar los bombardeos para ejercer presión en la negociación que se adelanta con ellos en Ecuador.
“Es sabido que los altos jerarcas del Eln viven y viven protegidos en Venezuela, cosa que no pasaba con el caso de las Farc, porque fueron los bombardeos exitosos los que llevaron a esa guerrilla a negociar con prontitud en La Habana”, señaló.
Y dijo que “aquí la cosa no es tan sencilla porque el arma de persuasión más fuerte que son los bombardeos a través de la aviación, que actuó eficazmente en el caso de las Farc, no es fácilmente utilizable frente a una guerrilla que no tiene campamento”.
“O que sus jefes viven en Venezuela o que acá viven difusos y dispersos en sus viviendas y en sus vestidos campesinos”, indicó.
El Gobierno nacional continuará exigiéndole al Eln el cumplimiento de unos mínimos humanitarios para lograr avances contundentes en medio de los diálogos.