A pocos días de conocerse el fallo del Tribunal Internacional de Justicia de La Haya sobre la reclamación de Nicaragua de parte de lo que Colombia considera su mar territorial en el Caribe, el debate se centra en la calidad de la defensa adoptada por los diferentes y sucesivos gobiernos.
La senadora Alexandra Moreno, del Movimiento Independiente de Renovación Absoluta (MIRA), dijo que es optimista acerca de que el fallo que debe ser proferido el 19 de noviembre saldrá en favor de Colombia, porque lo que no podría suceder, es que el veredicto del alto tribunal internacional terminara por afectar los límites de terceros países cuyas demarcaciones ya han sido reconocidas.
La congresista explicó que correr el límite de Colombia hacia el oriente del Meridiano 82 podría afectar intereses de otros Estados centroamericanos con los que Colombia tiene tratados de reconocimiento fronterizo como con Jamaica y Honduras; incluso con Estados Unidos.
Si el propósito de la Corte es aplicar como línea base el Archipiélago de San Andrés, entonces Colombia podría reclamar como suya las costas de mosquitos hoy en manos de Nicaragua, explicó Moreno.
La senadora Moreno afirmó, que el fallo sea en derecho: "Yo confió en que la Corte no afecte la soberanía de nuestro mar territorial, pues Colombia anexó todo su acervo probatorio ante esta Corte y un fallo que contradiga estas razones históricas podría desatar un avalancha de demandas de otros Estados, que incluso podría desatar hasta conflictos".
En cambio el senador Edgar Espíndola, del Partido Social de Unidad Nacional (La U), no se mostró tan optimista frente al fallo.
"Estoy preocupado por la determinación que puedan tomar toda vez que la persona que demandó a Colombia tiene un contacto muy directo con los magistrados. Y sí estoy muy preocupado", expresó Espíndola.
El congresista señaló además que "Colombia ha sido muy pasivo en la defensa. El país ha debido demandar las relaciones que tienen los magistrados".