¿De qué se queja Uribe? | El Nuevo Siglo
Lunes, 14 de Noviembre de 2011

Nos preguntamos de qué se queja Uribe si después de demandar en el pasado a Juan Manuel Sanos ante la Corte Constitucional, por cuenta de los cupos indicativos, (léase auxilios parlamentarios camuflados) no solo lo hizo Ministro de Defensa sino que le entregó en bandeja de plata la paternidad del partido de La U fundado originalmente  en el 2003 por Luis Guillermo Vélez, Oscar Iván  Zuluaga y Diego Tobón, con los auspicios jurídicos de Clímaco Giraldo (inicialmente como el Nuevo Partido)?

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Chávez y Piedad. ¿De qué se queja Uribe, si después de la retahíla que le infringió Piedad Córdoba, en Ciudad de México, en donde lo calificó ante el mundo de “narco-presidente”, le dio un beso en la mejilla, a manera de saludo, y la designó como su vocera ante el gobierno del presidente Chávez?

¿De qué se queja Uribe, si pese a haber designado al presidente Chávez como mediador para los diálogos de paz con la guerrilla, a sabiendas de su padrinazgo político y financiero con las Farc, luego lo destituyó?

¿De qué se queja Uribe si a Fabio Valencia Cossio, con quien tuvo un pugilato verbal que se fue a las manos, lo dejó como embajador en Roma y luego se lo trajo a Palacio como asesor presidencial, coronándolo de gloria, después,  designándolo Ministro del Interior y de Justicia?

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Sigue la cascada. ¿De qué se queja Uribe, después de nombrar al ex presidente Andrés Pastrana embajador en Estado Unidos y al ex presidente Ernesto Samper embajador en Francia?

¿De qué se queja Uribe en su twitter cuando Santos hace lo propio nombrando a su acusador, Rafael Pardo, Ministro de Trabajo?

¿De qué se queja Uribe si Santos resultó ser su más aventajado alumno?

¿De qué se queja Uribe, nombrando embajadora a Noemí Sanín en Inglaterra, primero, y España, después, cuando ella decía que elegir a Uribe era lo mismo que elegir al líder “paraco” Carlos Castaño?

De qué se queja Uribe si tuvo como embajador ante la OEA a Horacio Serpa, quien lo acusaba públicamente de ser “el jefe del paramilitarismo en toda Colombia”.

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Se sacó el clavo. Nadie lo discute. Tarcisio Mora se ha convertido en el dirigente sindical de mayor peso específico en el país, pese a haber sido víctima de sucesivos “atentados burocráticos”, llamados “conejos”, por parte del gobierno. Veamos: Al ser ternado para la Alcaldía de Bogotá, cambió su overol por un Everfit y lo dejaron “arreglado”. Luego fue tentado con un Ministerio (el de Trabajo) y también lo “conejiaron”. Ahora, Tarcisio regresa a su estado natural, convertido en piedra en el zapato del gobierno Santos. Ha resucitado la USO, lidera agremiaciones sindicales del magisterio en varias regiones del país y secunda las marchas estudiantiles que enterraron la reforma universitaria. También lidera las protestas petroleras  en Pacific Rubiales, Barrancabermeja, Cartagena y Puerto Gaitán, así como el paro  de palmicultores en Puerto Wilches. ¡Qué “conejo” más costoso!