El atentado que el miércoles costó la vida a varios altos dirigentes en Damasco es un "golpe duro" para el régimen sirio de Bashar al Asad, así como para el "eje radical" Irán-Hezbolá, opinó el jueves el ministro de Defensa de Israel, Ehud Barak.
"Lo que sucedió allá acelerará la caída del régimen de la familia Asad. Se trata de un golpe durísimo para él, así como para el eje radical, los iraníes y el Hezbolá" chiita libanés, declaró Barak durante una gira por la meseta siria del Golán ocupada, según un comunicado de su oficina.
"Aunque no están bien entrenados, los insurgentes están cada vez más decididos y se apoderan de sectores cada vez más grandes del territorio sirio (...), incluyendo a Damasco y sus alrededores", agregó.
"El control de la familia Asad se derrumba. Su caída es claramente perceptible, y nadie puede saber lo que le sucederá, pues allá operan muchos tipos de elementos", añadió.
Barak también consideró "posible que después de la caída de (Bashar al) Asad, el Hezbolá trate de apoderarse de armas modernas en Siria para trasladarlas a Líbano, sobre todo los misiles tierra-tierra pesados, o armas químicas".
Por otra parte, el ministro dijo que el Golán "podría servir de base a elementos terroristas".
Israel está oficialmente en estado de guerra con Siria.
A pesar de la ocupación y la anexión por Israel de una parte del Golán sirio, que jamás fue reconocida por la comunidad internacional, los dos países no tuvieron enfrentamientos notables desde el fin de la guerra árabo-israelí de octubre de 1973.