Como una oportunidad para que la región tenga una década de prosperidad, catalogó el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, a este gran encuentro.
La cumbre será también la última oportunidad para rediseñar las relaciones entre la región y el gobierno estadounidense, en vísperas de una dura batalla electoral para el presidente Barack Obama, estimaron por su parte ex cancilleres y expertos en el foro anual de la Corporación Andina de Fomento.
Ante la crisis económica mundial "somos parte de la solución, no del problema", explicó Insulza al intervenir en el foro.La tarea principal para la región, tras las fallidas esperanzas económicas de la década de 1990 es "preguntarnos qué tenemos que hacer para que sea la década de América Latina", dijo.
"Espero que la cumbre del año que viene responda en parte a estas inquietudes", añadió, en referencia a la reunión presidencial que organiza la OEA. "Hay una gran oportunidad para América Latina, podemos resolver nuestros problemas fundamentales", añadió por su parte el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias.
A pesar de que se resentirá por la incertidumbre económica internacional, América Latina podría registrar un crecimiento sólido en 2010, del orden del 4,4%, estimó recientemente la Cepal. Los expertos en la reunión anual de la CAF en Washington constataron igualmente la creciente regionalización diplomática, a pesar de las diferencias políticas.
Un ejemplo de esa coordinación es que numerosos países latinoamericanos hayan ido reconociendo diplomáticamente al Estado palestino de forma sucesiva en 2011, resaltó el ex canciller colombiano Guillermo Fernández de Soto.
La cumbre de Cartagena es para el gobierno de Obama "probablemente la última oportunidad" de construir una agenda común con América Latina, como dijo querer el estadounidense en la cumbre de Puerto España, en 2009.
La creación de Unasur "es una demostración de que los países latinoamericanos no se han quedado de brazos cruzados" durante los últimos años, en los que Estados Unidos estuvo pendiente de su seguridad, dijo por su lado el ex presidente panameño Martín Torrijos.
Esa independencia diplomática "es el producto de una maduración histórica que tenía que llegar y llegó", se congratuló el ex canciller boliviano Gustavo Fernández Saavedra.
AFP