LA COTIDIANIDAD, las alegrías y las tristezas a las que nos enfrentamos en la vida es la esencia de “Wenses y Lala”, la obra escrita por el dramaturgo mexicano Adrián Vásquez y que llega a las tablas de la Sala Buenaventura, en Casa E, de Bogotá, en temporada que se prolongará hasta el 21 de marzo.
Los protagonistas de esta historia crecieron e hicieron su vida en algún lugar perdido de Colombia. Han cultivado un amor desde la infancia, con caracteres que parecen las dos caras de una misma moneda. “Es una obra sencilla, breve, que toca el corazón del espectador, que lo estruja, lo arropa y lo arrulla” comenta Adrian Vázquez.
Lala es extrovertida, conversadora y alegre, mientras a Wenses le cuesta hablar con los demás. Sentados en una banca revelarán una historia conmovedora y con tintes cómicos sobre un amor que nació en la infancia y que se mantuvo a lo largo de los años a pesar de las adversidades.
“Vi la obra en la ciudad de México y me encantó por su sencillez y el tema del amor que es un tema universal, también destaco que busca mostrar esos regalos de la vida de los que a veces no nos percatamos” comenta Adriana Arango, mientras que Robinson Díaz agrega “es la obra más linda que he visto, es exquisita”.
Sobre compartir con Adriana Arango, Robinson Díaz advierte que si bien ya han trabajado juntos en teatro, cine y televisión en esta obra han logrado encontrar tranquilidad y armonía y reitera la admiración que siente por ella: “Al ver esta obra nos vimos reflejados”.
El amor, la muerte y el arte de disfrutar de las pequeñas cosas son temas que aparecen en “Wenses y Lala” y que desde su simplicidad enviarán un mensaje poderoso al público.
"Para mí es muy importante que mis personajes padezcan lo que a mí no me gustaría padecer en la vida. Entonces, estos momentos en los que son lúcidos y pueden hablar de la vida con esta manera tan parlanchina y al mismo tiempo tan entrañable es lo que vuelve cautivador a los personajes y te identificas emotivamente". Comentó el dramaturgo de la obra al medio mexicano Quien.com
Desde el concepto de la compañía “Los tristes tigres” la cual dirige Adrián Vásquez, su propuesta estilística se fundamenta en una apuesta por la actoralidad con el mínimo empleo de recursos escenotécnicos. Haciendo uso de un entrenamiento físico en las corrientes de Teatro del Cuerpo donde se construyen ficciones a partir del actor/actriz, su voz y el potente uso de su imaginación. Las puestas en escena pertenecientes a su repertorio ofrecen una visión optimista y esperanzadora de la realidad a través del humor sin concesiones.
Adrián Vázquez es licenciado en Teatro por la UV. Como actor ha participado en más de 50 obras de teatro, como: Más pequeños que el Guggenheim, Un hombre ajeno y La guerra en la niebla de Alejandro Ricaño. Bosques, Litoral, Cuchillo e Incendios de Wadji Mouwad, dir. de Hugo Arrevillaga.
Como autor y director ha creado los espectáculos unipersonales: No fue precisamente Bernardette, Los días de Carlitos, Anécdotas de un hombre indecente y El hijo de mi Padre; además de las puestas en escena: Fragmentos del Llano, Juegos de la Psique, Cecilia y Daniel, Algo de un tal Shakespeare, Wenses y Lala, Seattle, Tonta y Los que sobran. Ha sido docente en las Facultades de Teatro y Danza de la U.V. además de impartir diversos talleres de Interpretación y creación escénica por toda la república.