Un recorrido por los hechos más importantes de la ciencia, la escritura, el emprendimiento y más es el Festival Internacional de Historia, un espacio que permite conocer de cerca los detalles de una amplia oferta de temas y cuya segunda edición se enfocó en aspectos del medio ambiente y el bicentenario.
Más de 3.000 asistentes se dieron cita en Villa de Leyva para discutir en torno a temas a éstos y muchos otros temas del 20 al 22 de septiembre.
En total se programaron 48 conferencias con expertos internacionales y nacionales, quienes disertaron sobre varios de temas de gran interés. Además, dentro de la programación se incluyó un componente experiencial del Festival, que tuvo como objetivo principal acercar la cultura, la historia, el arte y los avances tecnológicos tanto a los asistentes, como a la comunidad turística y local, ya sean adultos o niños. Una de las principales actividades fue el “festivalito”, dirigido a los niños del sector rural de Villa de Leyva. A su vez se capacitó a los jóvenes de grado 10° y 11° de colegios del municipio para que ellos crearan un chat Bot.
“El Festival fue una fiesta alrededor de la historia y pocos festivales hacen eso. Todo el mundo se divirtió y tuvieron la oportunidad de estar en debates, pero llegaron a unos acuerdos amigables. Tuvimos 48 conferencias, todas magistrales y sobre distintos temas, muchos de ellos dedicados a las mujeres, a la juventud, a los más viejitos. Poder hacer la fiesta como la queríamos y llegar a toda la población tan diversa, fue el éxito más grande del evento”, dijo a EL NUEVO SIGLO Carlos Moreno, presidente de la junta directiva de la Fundación Festival Internacional de Historia.
Este año la agenda puso en la mesa temas como la historia de las religiones: el judaísmo, el islam, el cristianismo, que se tomaron el escenario. En las discusiones y debates estuvieron presentes expertos que hablaron sobre nanotecnología y nanociencia, inteligencia artificial, biodiversidad, historia de la moda y del vestido, el bicentenario, biodiversidad, medio ambiente y revoluciones del siglo XXI.
También se abordaron temas un tanto más enigmáticos como los aportes de la historia en Game Of Thrones, cultura y vivencias del Pacífico o las miradas indígenas femeninas de Colombia.
Pero en el evento de historia no solo se abrió un espacio para un contenido académico, sino también para un componente gastronómico con “El Plato Histórico”, donde el comercio y la industria de los restaurantes presentaron sus mejores preparaciones. Entre los más destacados están el Chez Remy, que presentó el plato “El Kig Ha Farz”, el Mercado Municipal que ofreció el “Plato Colombo africano” y la Casa de San Pedro Campestre con la “Pasta a la rueda fusionada con queso Grapanado”.
Para Mariela Vargas, miembro de la Junta Directiva del Festival, la segunda versión tuvo más acogida con un crecimiento notable tanto en la asistencia como en el contenido: “Tuvimos más del 50% de asistentes que en el primer Festival y estuvimos felices porque apenas es nuestra segunda versión y crecer el 50% realmente nos enorgullece porque es el resultado de todo un equipo. También por la forma de contar la historia, realmente estamos innovando en esto, es una fiesta, una conversación donde presentamos todos los puntos de vista y no nos importa que haya controversias porque se arreglan amigablemente”.
Sin duda el Festival ha sido toda una fiesta alrededor de la historia, evento que en unos próximos años se expandirá hasta los colegios, las universidades y a todos los docentes del país. Por ello, María Paulina Espinosa de López, ex ministra de cultura y también parte de la junta directiva del Festival recomienda participar de la próxima edición que tendrá lugar el próximo año el 20 de septiembre en Villa de Leyva.
“El Festival dejó un mensaje a la sociedad sobre la importancia de la historia y fomentar los valores. Uno de los antídotos contra la violencia es la historia, porque enseña a ser buenos ciudadanos. Por eso queremos llevar el Festival a todos los colegios”, comentó Moreno.