Con un hermoso pesebre que reproduce la sugestiva región italiana de Basilicata, conocida por las antiguas casas excavadas en la roca caliza, fue adornada este jueves la plaza de San Pedro del Vaticano.
El pesebre fue instalado en medio de la enorme explanada, a pocos pasos de un pino de Navidad de 25 metros de altura y cubre una superficie de 150 metros cuadrados.
Realizado por un artista italiano, Francesco Artese, el nacimiento de Jesús fue ideado este año en Lucania, una de las regiones del Sur de Italia habitadas desde la prehistoria y por donde pasaron romanos, lombardos, bizantinos y emperadores alemanes.
Los paisajes representados son sobre todo los "Sassi di Matera", que significa "piedras de Matera", una zona declarada por la Unesco patrimonio de la humanidad, con asentamientos prehistóricos en cavernas, seguramente de trogloditas, que rememoran el paisaje de la Tierra Santa, donde nació Jesús.
En ese particular paisaje, que ha inspirado por siglos a místicos y religiosos y donde el cineasta Pier Paolo Pasolini rodó en 1964 su legendario filme El Evangelio según San Mateo, existen más de 150 iglesias rupestres, monasterios y santuarios.
Algunos de esos monumentos han sido reproducidos en el pesebre así como un centenar de personajes, la mayoría vestidos con los trajes tradicionales de esa región, entre las más pobres de la península.
"Estar en esta plaza para nosotros significa mucho, tanto un acto de fe como una demostración de esperanza", aseguró el presidente de la región Basilicata, Vito De Filippo.
El pesebre, que costó 122.000 euros (cerca de 145.000 dólares), fue donado por la región sureña e implicó un ahorro para el Vaticano, que en el 2009 llegó a pagar más de 700.000 dólares por el pesebre, según un informe reciente sobre los despilfarros en el Vaticano.
El pesebre este año contará además con todos los personajes, entre ellos el buey, pese a que el nuevo libro del Papa, "La infancia de Jesús", sostiene que en el humilde lugar donde nació Jesús no había ningún buey ni asno.
"Las personas que lo observan se van a sentir dentro de pesebre", contó Artese.
El Papa confirmó, en cambio, la existencia de la estrella de Belén, que guió a los Reyes Magos y aseguró que probablemente se trataba de una supernova, es decir la etapa final explosiva de una estrella, fenómeno único e indicado por varios astrónomos en esa época.