Por Sue De la Hoz S.
Enviada especial El Nuevo Siglo
MÉXICO D.F.
LA RESPIRACIÓN es la principal características de estar vivos, aunque para la gran mayoría pase inadvertido. Inhalar y exhalar son acciones automáticas que los seres humanos efectuamos desde el nacimiento, aportando con estas el oxígeno que cada parte del cuerpo necesita para funcionar,
Pero, ¿qué pasa cuando algo tan sencillo se convierte en la tarea más ardua, impidiendo llevar a cabo movimientos básicos como caminar, hablar o subir escaleras?
En primera instancia, la reflexión podría asociarse con una enfermedad respiratoria tan común y conocida como el asma, que afecta las vías respiratorias del paciente, haciéndolas estrechas e impidiendo el paso del aire a través de ellas.
Sin embargo, hay un porcentaje de personas que han pasado por todo tipo de diagnósticos y tratamientos para curar la condición, sin encontrar resultados que mejoren su calidad de vida. En el peor de los casos, llevándolos a la muerte.
Esta preocupación llevó a diferentes organizaciones, en su mayoría fundadas y compuestas por pacientes con Hipertensión Pulmonar, la verdadera razón para sus padecimientos y dificultades respiratorias.
¿Qué es?
La Hipertensión Pulmonar (HP) es una enfermedad en la cual la presión en las arterias pulmonares está por encima de lo normal. La HP es una enfermedad grave, que progresa rápidamente y que puede provocar insuficiencia cardiaca y muerte.
La HP es una condición de salud que afecta particularmente los pulmones y el corazón. Se trata de una enfermedad poco usual, crónica y en la mayoría de los casos incurable, con una tasa de supervivencia muy baja, que afecta invariablemente la calidad de vida de los pacientes que la padecen y sus familiares. Sin embargo, un diagnóstico temprano y el inicio del tratamiento pueden mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes y su pronóstico.
“El proceso diagnóstico comienza con la sospecha de la enfermedad, al cual se manifiesta con los siguientes síntomas: edemas, falta de aire (disnea) en pequeños y medianos esfuerzos. Fatiga, dolor torácico, desmayo (se confunden con crisis convulsivas) cuando la persona hace actividad física, palpitaciones o arritmias. Razones por las cuales se le puede confundir con asma”, manifiesta el doctor Tomás Pulido, jefe del departamento de cardioneumología del Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez de México.
El especialista explica que el siguiente paso para descartar que se trate de HP es realiza unos exámenes básicos: de tórax y un electrocardiograma.
Es así como la detección temprana y oportuna de este padecimiento es el primer paso para que las personas contemplen una expectativa mayor y mejor de vida. No obstante, a nivel latinoamericano existe mucho desconocimiento al respecto.
“La hipertensión pulmonar puede presentarse en personas de todas las edades (incluso a niños) sin distinción de raza. Sin embargo, es dos veces más común en mujeres y se presenta con mayor frecuencia entre los 40 y 60 años de edad”, complementa el doctor Pulido.
Esta condición afecta alrededor de 52 personas por cada millón y se considera que es solo una pequeña porción de la población total con HP. La enfermedad aflige a personas alrededor del mundo y abarca múltiples subtipos.
Causas
La HP puede ser causada por algunas formas de enfermedades congénitas del corazón, enfermedades de los pulmones, y coágulos sanguíneos en el pulmón. Además, está asociada a enfermedad vascular del colágeno, medicamentos para bajar de peso, VIH/SIDA, y ciertas enfermedades autoinmunes que dañan los pulmones. En muchos casos, la causa se desconoce y se le llama HAP idiopática. Aproximadamente el 6-10% de los casos de HP primaria son hereditarios. En estos casos, la familia directa (hermanos/as, hijos/as, y padres) debe ser examinada y el examen más apropiado sería un ecocardiograma.