No es casualidad que Colombia se encuentre situado en un lugar de la tierra con costas en dos océanos, una gran biodiversidad y un complejo relieve que determina las diferentes identidades regionales, y a su vez las incontables caras de un país que muestra, además, una variedad y exquisitez culinaria que nos enorgullece y representa. Nuestras cordilleras, valles, selvas, ríos, bosques y mares nos ofrecen una riqueza única en alimentos, convirtiendo a nuestro territorio en una mesa gigante, capaz de servir el mejor de los banquetes.
Pero la geografía no es la única característica que define a la cocina colombiana, existen dos componentes que hacen que cada plato sea una obra de arte autóctona: las tradiciones ancestrales y el ingenio cotidiano. Es por eso que a través de un viaje culinario por Colombia, presentado por Fedepalma, se pueden encontrar ingredientes similares en muchos platos; pero jamás la fórmula de sabor será la misma, demostrando que cada región le impregna una sazón original a cada preparación.
Palmicultura Caribe: Una región en la que dominan los pescados y mariscos, y se combinan los tubérculos como papa, yuca, ñame y arracacha. Su sazón es similar a la del resto del país, basándose en sal, pimienta, cominos, ajo y cebolla, sin olvidar la berenjena y el pimentón demostrando una fuerte influencia de inmigrantes turcos y libaneses.
Santander Palmero: Esta región nos entrega un exótico menú, que viaja desde las hormigas culonas saladas y tostadas, hasta la pepitoria (vísceras de chivo caprino). Son muy importantes los granos (maíz amarillo y blanco, fríjol verde y garbanzo) como bases o acompañantes en sus platos, además de papa y auyama.
Palma del Centro Colombiano: La cultura muisca ha definido a la gastronomía del altiplano cundiboyacense, es por eso que el consumo de maíz y papa es común en casi toda la zona. Con la llegada de los europeos se mezclaron algunas tradiciones, añadiendo pollo, cerdo y res a estas preparaciones, creando los platos más populares del centro del país.
Pacífico Palmicultor: Nariño es una tierra que tiene al maíz y al trigo como base de buena parte de sus platos destacados. Entre los que conforman la carta de Nariño figuran: sancocho de gallina, cuy, chacra, sopa de cebada y crema de maíz. Sin olvidar, al pariente lejano del ajiaco bogotano que es el locro o sopa de verduras. En cuestión de bebidas son famosos los típicos masatos, además del hervido, un licor preparado con frutas ácidas y el aguardiente.