Fotografías poco conocidas de John F. Kennedy en campaña electoral o de su esposa Jackie fumando un cigarrillo, al lado de una camiseta y un bolso de su asesino, se exhiben desde este viernes en una exposición que rinde tributo al presidente estadounidense asesinado hace 50 años.
La Newseum de Washington, un lugar para exposiciones dedicadas a la actualidad y al mundo de la prensa, se adelanta un poco a las celebraciones que deberían conmemorar, a finales de este año, el 50 aniversario de la muerte de uno de los más populares mandatarios de Estados Unidos, asesinado a tiros el 2 de noviembre de 1963 en Dallas (Texas, sur).
"JKF" se articula entre dos propuestas: una exposición de imágenes tomadas por el fotógrafo Jacques Lowe, que acompañó al candidato demócrata desde la campaña hasta los primeros días de su rol como presidente, y una muestra dedicada al día de su asesinato y titulada "Tres tiros fueron disparados".
Las fotos de Jacques Lowe, fallecido en 2001, "contribuyeron a crear el mito" Kennedy, dijo a la AFP Indira Williams Babic, responsable de los documentos visuales del museo, al contar cómo el fotoperiodista había sido elegido por el padre del candidato, Joe Kennedy, para seguir durante la campaña a su hijo menor.
Jacques Lowe tuvo de esta forma un acceso privilegiado a la familia y algunas de sus fotos, ampliamente utilizadas por las revistas, se convirtieron en iconos, agrega la mujer.
Está la de la pequeña Carolina, aún bebé, mordiendo las perlas de su mamá Jackie, pero también otras que no fueron jamás publicadas, según Williams Babic.
Una serie muestra entonces al candidato almorzando, todavía anónimo, en un restaurante de campo, la pareja en barco o la pequeña Carolina jugando con las secretarias de la Casa Blanca. "He visto todas las fotos de John John jugando en la oficina de su padre", comentó.
Otra muestra a Jackie Kennedy e Yvonne de Gaulle, la esposa del general De Gaulle, solas en coche, durante la célebre visita de la pareja a Francia en junio de 1961, junto a ejemplares de Paris Match o de revistas estadounidenses.
Jacques Lowe tomó en tres años, de 1958 a 1961, 40.000 fotos, que consideraba tan preciadas que las guardaba en un cofre en un banco en el World Trade Center en Nueva York.
Todos los negativos se destruyeron en los atentados del 11 de septiembre. Fue gracias a 1.500 hojas de contactos, que fueron pacientemente numeradas y limpiadas de sus marcas de rotuladores y de grapas, que el museo pudo seleccionar las 70 imágenes expuestas, más un centenar que se puede ver en pantallas de ordenadores.
La segunda sección está totalmente consagrada al día del asesinato del presidente, contado desde el punto de vista de los periodistas. El visitante puede leer sobre un viejo teletipo de la agencia UPI el cable enviado por su reportero, cuatro minutos después de los disparos: "Kennedy herido, posiblemente muerto, por el disparo de un asesino".
Libretas de notas, cámaras y hasta la pipa del célebre presentador Walter Cronkite -al que se vio, conmovido, anunciar la muerte del presidente en la cadena CBS- evocan los instrumentos de trabajo de entonces.
Una camiseta del asesino, Lee Harvey Oswald, nunca antes mostrada, fue prestada por los Archivos Nacionales.
AFP