La pandemia y las medidas tomadas para su mitigación han traído cambios importantes en los comportamientos del consumidor, ya que la casa volvió a ser la protagonista en la vida de los colombianos. Al ser este el lugar donde mayor tiempo se está, la búsqueda de alternativas de entretenimiento llevó a las familias a incluir los juguetes en la cotidianidad como una herramienta para generar experiencias agradables en el hogar.
Los juegos de mesa, los rompecabezas, los de construir con piezas, los de lógica, entre otros, han sido algunas de las opciones más utilizadas por los padres a la hora de entretener a sus hijos durante los últimos meses. Esto les ha permitido unirse en familia y fortalecer los vínculos entre todos los miembros, como pasaba con las generaciones anteriores cuando la tecnología no era tan preponderante en el día a día.
Dentro de esa gama de alternativas, hay una tendencia que se ha comenzado a popularizar en Colombia. Se trata del Slime, una masilla flexible que ya ha causado furor en regiones del mundo como Europa y Estados Unidos, y que ahora comenzó a tomar fuerza en el país.
Pero ¿qué ha hecho que productos como estos se hayan convertido en los preferidos para pasar tiempo en casa? De acuerdo a Elmer´s, marca que brinda soluciones creativas de adhesivos y que está lanzando su línea de Slime en Colombia, existen tres razones básicas por las que este tipo de productos han unido a las familias en torno a su uso:
1. Creatividad
La creatividad es un pilar clave en el desarrollo del ser humano y diseñar estrategias para estimular este componente es fundamental, ya que prepara a los más pequeños para el futuro, permitiéndole tener mayor adaptabilidad a las nuevas situaciones y encarar los retos con una mejor actitud y disposición.
Con este objetivo, las familias han buscado crear un entorno propicio en el hogar para, no solo distraer a los más pequeños en una actividad sana, sino también promover sus procesos mentales para la resolución de situaciones, a través de la creatividad, y contribuir a su desarrollo.
2. Afectividad
En un año tan atípico como este, la incertidumbre, el temor y la desconfianza han estado presentes en el hogar y ante una situación de riesgo, como la que produjo la pandemia, surgió un especial y evidente interés por cuidar y proteger a los seres queridos. Esto, sumado a que las personas pasan más tiempo en casa, generó la necesidad de buscar en los juguetes un medio para fortalecer ese vínculo afectivo con los niños, permitiendo jugar junto a ellos, participar en las actividades, acercarse a ellos, acompañarlos en ese proceso de formación y siendo testigos de su crecimiento.
3. Desarrollo motriz y sensorial
Los juguetes como el Slime tienen una gran ventaja frente a las demás alternativas de juego. El poder manipular, percibir olores, sentir las texturas y moldearlas al gusto de las personas genera una experiencia sensorial diferenciadora y tiene una incidencia mucho más profunda en el desarrollo.
Al utilizar el producto se trabaja la coordinación visomotriz, pues al momento de mezclar la masilla y crear figuras requiere de movimientos precisos y controlados. Adicionalmente, esto también incide en la motricidad fina, ya que se involucran músculos pequeños como manos, dedos y ojos de manera simultánea. Esta capacidad se termina de desarrollar a los 10 años, así que es perfecto que desde temprana edad comiencen a incluir estas actividades en su día a día.
“En esta coyuntura, en la que el mundo de los pequeños se vio reducido a raíz de las restricciones en materia de interacción con otros niños y de visitar lugares para divertirse, los juegos en el hogar tomaron un valor muy relevante. Es por esto que decidimos reforzar el portafolio de Kits de Slime de Elmer’s con el nuevo Slime Elmer’s GUE, el cual a diferencia de los kits ofrece una oportunidad para empezar a jugar de inmediato, ya que es un slime pre-hecho que ofrece gran variedad de texturas y aromas” afirma Rosana Guerra, gerente Sr. de Categoría de Elmer’s para Latinoamérica.