“Tiempo, espacio y memoria”, exposición sobre David Manzur | El Nuevo Siglo
“Mujer del zapato morado”, pintura en acrílico del maestro Manzur.
Cortesía Galería Duque Arango
Miércoles, 13 de Julio de 2022
Redacción Cultura

El carácter poético y humano del artista plástico David Manzur será el centro de la exposición denominada “Tiempo, espacio y memoria”, que recopila la vida y obra de uno de los representantes más importantes del arte en Colombia y se inaugurará en la Galería Duque Arango, de Medellín.

En total, son 32 muestras que fueron consideradas como una breve antología en la producción de David Manzur, artista que desde muy joven ha trabajado sin pausa. A sus 92 años, Manzur se configura como uno de los exponentes fuertes en América Latina y cuenta con la condecoración de la Gran Cruz de la Orden de Boyacá, que le otorgó el presidente Iván Duque en 2019, máxima condecoración de la República de Colombia.

“Aunque faltan obras de algunos períodos, el recorrido por la muestra informa sobre importantes temas y momentos por los que ha transitado en su vida de artista desde 1973 hasta 2022. Se trata de una selección muy variada que muestra obras de las series de Las Ciudades Oxidadas, Los Caballos, Las Meninas, de instrumentos musicales, naturalezas muertas, y unas pinturas muy bellas y de sus más recientes creaciones con personajes femeninos”, menciona la crítica de arte, historiadora y curadora venezolana Bélgica Rodríguez.

La Galería Duque Arango tendrá en sus instalaciones, del 14 de julio al 15 de septiembre, la exposición de Manzur, pintor que tiene la capacidad de combinar el arte tradicional con la pintura modernista; es un artista que tiene un influencia directa de los clásicos como Velásquez o Zurbarán, uno de sus principales referentes; de allí sus fortalezas en dibujo, pintura, anatomía y composición.

Cabe destacar que el artista plástico es un representante del arte nacional e internacional; con su obra entrega al espectador la grandeza del compromiso del hombre con su vida, con su arte y con este continente, en especial con su Colombia natal, cuna de sus raíces. Su vasta cultura y compleja personalidad hacen de él uno de los más completos artistas plásticos creadores de América Latina.


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Trayectoria

David Manzur nació en Caldas, Colombia. Vivió en África y Europa, en donde experimentó los horrores de la Guerra Civil Española y de la Segunda Guerra Mundial, circunstancias que, junto a su paso por la música, la literatura y el teatro (breve pero exitoso), marcarán su manera de abordar la figura y el espacio.

De Europa viaja a los Estados Unidos de Norte América. En Nueva York experimentó el apogeo del arte abstracto, estudió en el Art Students League y el Instituto Pratt; en Chicago (1966), se convirtió en el asistente del artista neoplasticista, óptico y cinético Naum Gabo, cuya influencia se nota en sus trabajos de los años sesenta y setenta, cuando experimenta con maderas, hilos de alambre, en ensamblajes en los que el juego de luces y sombras crea volúmenes virtuales.

Posteriormente, e influenciado por el barroco español, Manzur empezó una nueva etapa de su obra figurativa donde resaltan la naturaleza muerta, la transverberación de Santa Teresa, la figura e historia de San Sebastián y, principalmente, el uso del caballo en diversas situaciones.

“Pintor, grabador, dibujante, interesado en varias disciplinas artísticas y no artísticas: el teatro, la música, la historia del arte y la civilización, la fotografía, la literatura, la religión (católico, estudia con los Padres Claretianos), la astronomía (le interesa Julio Verne, estudia en el Instituto de Ciencias de Chicago), ha servido como docente magistral en talleres de educación artística en los que ha formado varias generaciones de artistas”, afirmó Rodríguez. 

“El dibujo es la esencia del pensamiento”, es una de las citas de David Manzur.

“Estudiando profundamente los períodos clásicos, se ha apropiado de espacios, tiempos y formas del barroco español, de los pintores realistas norteamericanos, también del renacimiento y otras tendencias, para generar un trabajo inédito en el que una fenomenología de la condición humana marca su figuración con Las Meninas de Velázquez, con la obra de Paolo Ucello, de Rembrandt, de Zurbarán, en situaciones que determinan una observación sistémica y el estudio planificado del tema elegido, sean los caballos, paisajes urbanos oxidados o el martirio de San Sebastián”, dijo Bélgica Rodríguez.