“Flamenco en la montaña” es el nombre del taller que abrió la programación de septiembre en La Casona de la Danza. Se trata de un espacio de actualización de saberes que inició ayer y que continuará los días 8 y 13 del mes con el fin de explorar esta manifestación artística a través del ritmo y el entrenamiento, y que permitirá conocer sus elementos básicos y fundamentales bajo la dirección de Francisco Jiménez Romero, sociólogo y bailador colombo-español.

Esta misma semana iniciarán las tardes de relatos corporales en la pista de baile como colectividad desde el universo del tango, que proponen una interacción basada en el reconocimiento de la tribu como unidad de movimiento, partiendo de experiencias musicales, corporales y dancísticas relacionadas esencialmente con la milonga y ejercicios de la danza contemporánea. Este espacio estará dirigido por la compañía Encuentro Tango Bogotá y se realizará todos los viernes del mes.

La programación también incluye una serie de talleres liderados por la Escuela del Cuerpo de la Universidad Pedagógica Nacional, que se llevarán a cabo todos los miércoles de septiembre: “Habitando la danza urbana: reflexiones de rol y género”; “Del cuerpo a la palabra, de la palabra al cuerpo - Corpografías”; y “Perspectivas corporales. Diálogos entre el movimiento, el teatro, la danza y arte circense”.

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El espacio de los jueves estará dedicado a “Sacúdete”, un taller dirigido por la maestra Natalia Mora para brindar una serie de experiencias y herramientas prácticas corporales para fortalecer la autoestima y facilitar el reconocimiento y la gestión de emociones a través de la respiración, el agradecimiento, la flexibilidad y secuencias de movimiento con ritmos afrolatinos. Esto será a partir de las 2:00 p.m. en La Casona de la Danza.

Y para ampliar la conciencia corporal a través de técnicas somáticas, los días 12 y 13 de septiembre se presentará “Corpo-relatos y composiciones emocionales para prácticas danzarias”, un taller que se acerca a las posibilidades de ser cuerpo a partir de la “prosaica” y la cotidianidad del bailarín, intérprete y ejecutante de las artes escénicas, desde el Sistema Unificado de Movimiento Adaptado (SUMA), una investigación en proceso constante desde hace más de 25 años.