Stella McCartney se destaca con moda ética | El Nuevo Siglo
Lunes, 4 de Marzo de 2013

Zapatos biodegradables, tejidos nobles, donde el cuero y las pieles brillaron como siempre por su ausencia: la británica Stella McCartney, que presentó el lunes en París su colección para el próximo invierno, es la única estilista que ha logrado la hazaña de construir un imperio económico con una moda "ética".

 

Desde la invitación, la hija del ex Beatle Paul McCartney -quien estaba sentado en primera fila del desfile, que tuvo lugar en los hermosos salones de la Opera Garnier- reafirmó su convicción ecologista, llamando a mantener la prohibición de cazar osos polares para el comercio.

 

McCartney, que contó en su cuenta twitter que acaba de viajar a Manitoba, en Canadá, para admirar esas "criaturas espectaculares" sueltas en la naturaleza, lamentó que de aquí a 2050, va a desaparecer dos tercios de la población mundial de osos polares.

Su colección debutó con abrigos y largas chaquetas masculinas en tejidos rayados, combinados con pantalones o faldas largas, en colores azul noche, negro y gris, para crear una silueta dinámica, anclada en la vida agitada de la mujer de hoy.

La modista de 42 años propuso también vestidos románticos y sedosos, adornados con encaje o con diseños, que dieron un aire romántico a una parte de la colección.

 

La creadora no rehuyó de colores vibrantes, como el violeta encendido, el berenjena, y el amatista, que pusieron un toque luminoso a su colección de prêt-à-porter.

Stella McCartney, que se estrenó en la moda en 1997 al frente de la casa francesa Chloé, que dejó en 2001 para crear su propia marca dentro de Gucci, propiedad del grupo de lujo PPR, dirige ahora un imperio que está estimado en 100 millones de euros.

El crecimiento de su marca, que no se ha desviado nunca de sus valores ecológicos, se triplicó de 30% en 2012 y en 2011, según cifras del diario económico francés Les Echos.

Y la estilista, una convencida vegetariana como su madre Linda McCartney, que murió en 1998, lo ha logrado manteniendo sus compromisos militantes con la causa ecologista y el desarrollo durable.

 

A diferencia de la mayoría de colecciones vistas en este ballet de desfiles de moda, que empezó en Nueva York, Londres y Milán, y que concluyen el miércoles en París, en la pasarela de McCartney, no hay cuero ni pieles, ni ningún producto que sea producido de cadáveres de animales.

La diseñadora británica ha remplazado esos materiales con tejidos orgánicos, como la lana y el algodón, y ha demostrado que la palabra "ética" no está peleada con el desarrollo de una marca de moda.

La organización ecologista Greenpeace publicó en febrero una clasificación de las 15 grandes casa de moda en base a criterios relativos a la ecología, en la que criticó a firmas como Louis Vuitton, Hermes, Chanel, Alberta Ferretti, Dolce&Gabbana y Prada, por no tomar en cuenta esos criterios.

 

En cambio, la organización de defensa del medioambiente dio una buena nota a la casa italiana Valentino, por su compromiso de impulsar "una política de compras que implican cero deforestación".