Mark David Chapman, el hombre que asesinó al ex Beatle John Lennon en 1980 en Nueva York, seguirá pasando sus días en prisión luego de que las autoridades penitenciarias estadounidenses rechazaran su séptimo pedido de libertad.
La decisión fue adoptada tras una audiencia por videoconferencia celebrada el miércoles con Chapman, de 57 años y detenido en la prisión de alta seguridad de Wende, en Alden, estado de Nueva York (norte).
"Su puesta en libertad en este momento socavaría de manera importante el respeto por la ley y tendería a banalizar la trágica perdida humana que usted ha causado como resultado de su crimen atroz, no provocado, violento, frío y calculado", indicaron el jueves las autoridades al justificar su negativa en un comunicado.
Mark Chapman fue condenado en 1981 a una pena que podía ir desde los 20 años a cadena perpetua por el asesinato a balazos de Lennon el 8 de octubre de 1980 en la puerta del edificio Dakota, cerca del Central Park en Nueva York, donde vivía el ex Beatle.
Esta fue la séptima solicitud de libertad de Chapman desde 2000, año en el que se convirtió en excarcelable. Las anteriores fueron en 2000, 2002, 2004, 2006, 2008 y 2010.
Su próxima audiencia sobre esta cuestión fue fijada para agosto de 2014, señalaron las autoridades penitenciarias estadounidenses.
La viuda del cantante británico, Yoko Ono, dijo en reiteradas ocasiones que se opone a la liberación de Chapman y que considera que su vida o la de los dos hijos de Lennon estarían en peligro.
Una eventual liberación de Chapman plantearía además el desafío de su propia seguridad.
Al justificar su decisión de mantener en prisión a Chapman, las autoridades penitenciarias recordaron su "ofensa instantánea de homicidio en segundo grado, cuando baleó y mató a una víctima inocente, una estrella internacional de la música".
"Sus acciones demostraron claramente un atroz desprecio de la inviolabilidad de la vida humana", agregaron, a pesar de admitir su legajo carcelario de "buena conducta", sus "logros educativos", "presentación positiva de remordimiento" y "cartas de apoyo".
"La libertad condicional no debe ser otorgada sólo por buena conducta y la concreción de programas", concluyeron.
El asesinato de Lennon conmovió en su momento al mundo y según muchos historiadores marcó el fin de una época.