Acostumbrado a asistir al festival de Sundance, el chileno Sebastián Silva presenta este año "Crystal Fairy" y "Magic Magic", donde defiende "un cine verdaderamente independiente" que no sea un "hijo pequeño de Hollywood".
A sus 33 años, Silva es uno de los niños mimados del festival estadounidense de cine independiente Sundance, donde ya ha expuesto cuatro de sus cinco películas.
El encuentro termina el domingo en Park City, en las montañas de Utah (oeste), tras el anuncio del palmarés el sábado.
Su película "La Nana" ganó el Gran Premio en Sundance y su actriz Catalina Saavedra recibió un trofeo por su interpretación. En 2011, Silva volvió al festival con "Gatos viejos" y, este año, llegó con dos películas.
"Es una historia casi familiar, ahora. Creo que les caigo bien y que aprecian mi cine", dijo a la AFP, sonriendo.
Las gestaciones de "Crystal Fairy" y de "Magic Magic" están íntimamente relacionadas, porque debido al retraso de la producción de la segunda, el cineasta prácticamente "improvisó" la primera, para ocupar a sus actores.
"Crystal Fairy" es "una película muy inesperada para mí, en mi carrera", dijo el cineasta sobre este relato donde tres hermanos (los hermanos del cineasta), su amigo "gringo" (Michael Cera) y una neo-hippie estadounidense (Gaby Hoffman) parten a la búsqueda de un cactus alucinógeno.
A falta de tiempo, Silva no escribió un guión propiamente dicho, sino que dio a los actores un plan detallado de las escenas, utilizando un método de trabajo poco habitual pero cada vez más apreciado por él.
"Estoy como coqueteando con este modo de hacer películas, donde nada es tan importante, donde el cine es verdaderamente independiente, no como el cine americano que es un poco falsamente independiente, porque es un poco como un hijo pequeño de Hollywood", dijo Silva.
"Es como que el cine independiente acá es solamente un paso, una especie de transición al cine de Hollywood. Es como un escalón; y no un espacio concreto asumido", explicó.
Este es un buen año para el cine chileno: exhibe cuatro películas en Sundance, en tanto también hay una mexicana.
Además, "No", una cinta de Pablo Larraín que cuenta la campaña publicitaria previa al plebiscito que terminó con la dictadura de Augusto Pinochet, competirá el 24 de febrero por el Óscar a Mejor película extranjera.
Pero Silva no considera que haya una escuela chilena de cine.
"No hay una voz del cine chileno, como un grupo o un colectivo de cineastas. Todo el mundo está como en su propio camino, con sus propias reglas, su propia gente, su propio imaginario, todo es muy individual", estimó.
"No quiero estar dos años pensando en Spiderman"
Tras el éxito internacional de "La Nana", Hollywood envió a Silva algunos guiones, en ninguno de los cuales se interesó.
"Las películas toman tanto tiempo de la vida de uno, dos años o más (que) quiero que tenga que ver con el desarollo mío, mi contexto, las cosas que quiero aprender y las cosas con las cuales yo quiero estar en contacto", dijo el cineasta.
"No quiero estar dos años pensando en Spiderman. Es como si me pusiera a comer 'donuts' para siempre".
Pero el director no cierra ninguna puerta. "También me interesaría hacer una película más grande y pasar por el dolor de los productores y de las distribuidoras, y tener que conversar con gente que dan ganas de ahorcar", afirmó. "Siento que estoy dispuesto a pasar por esto si hay un proyecto que me apasiona".
"Una vez me preguntaron cuál era mi estilo de cine", prosiguió. "Pero no existe. Creo que existe una personalidad que se refleja en las películas, pero si hablamos de una estética más calculada, yo no me imagino hacer películas que se parezcan todas a 'La Nana' o a 'Crystal Fairy'".
En "Magic Magic", donde explora entre otras cosas el tema de la eutanasia, Silva aún ignora si logró transmitir todo lo que quería: "Yo quiero que la gente se perturbe", dijo. "Tengo la sensación de que estoy haciendo un esfuerzo. Es como una escultura que me costó mucho trabajo".
El cineasta adelantó además que su próxima película, que será filmada en inglés en Nueva York (donde vive Silva), contará la historia de un niño homosexual de ocho años que se enamora de su padrino.
AFP