Las flores siempre han sido un buen argumento y unas grandes aliadas para recuperar el ánimo y la energía. Ahora más que nunca, regalar (o autorregalarse flores) nos ayudará a no perder el optimismo durante esta cuarentena en nuestros hogares.
Las flores despiertan emociones, levantan el estado de ánimo y ponen una nota de color en nuestras vidas. Son la representación de la alegría y el sinónimo ideal de la felicidad. Son un regalo de la naturaleza. Cómo decía el poeta indio Rabindranath Tagore por "mucho que maltratemos la tierra, ella siempre nos ofrece flores como respuesta". Para seguirlas recibiendo en casa y para preservar el contagio entre personal y usuario explican las medidas de seguridad que están tomando: "No vamos a entregar el arreglo en mano. Lo dejaremos en la puerta para que lo recoja su destinatario, previo aviso al timbre o telefonillo".
Beneficios
Al recibir un ramo de flores, todos los sentidos se despiertan. La vista, el olfato y el tacto nos traen sensaciones de placer que exteriorizamos sin complejos. Recibir flores es dibujar una sonrisa en la cara, acercarlas a la nariz nos provoca una sensación de bienestar y tocarlas supone entrar en contacto con la perfección.
Detrás de cada ramo de flores, hay un mundo de sensaciones capaces de subir el ánimo, diluir el estrés, desarrollar emociones o llenar de calma un espacio.
Un estudio realizado hace unos años por la Universidad de Harvard concluyó que tener flores en casa mejoraba el humor de las personas, se sentían menos deprimidas, reducía la ansiedad y se sentían más receptivas a percibir el lado bueno de la vida. También representan una buena compañía para los que viven solos.
Pero este efecto positivo no solo se da en el ámbito doméstico. También para los que ahora tienen que seguir en su entorno laboral habitual, el psicólogo Roger Ulrich, investigador del efecto de la naturaleza sobre el estrés, recoge efectos positivos en este sentido: "Estar rodeado de flores puede aumentar la productividad, no solo por el buen clima que genera, sino porque promueve la creatividad y la innovación".
Un color, una sensación
Elegir las flores de un color u otro ayuda a regular emociones. Los tonos suaves, morados y azules claros ayudan a aliviar el estrés, mientras que los rosados pálidos calman los nervios, ya que están asociados a sensaciones cálidas. Lo verdes transmiten paz y eliminan tensiones.
Si quieres transmitir alegría, las de colores vivos como el naranja o el amarillo son tu opción. El amarillo es un color que contagia bienestar y recuerda al verano, una época que levanta el ánimo a todos.
Los colores naranja o rojo te ayudarán a ser más activa y a sentirte con energía en tu día a día. Pero si lo que necesitas es inspiración, las flores de tonos intensos serán tus mejores aliadas para conseguirlo.