Encantados de la historia que encierran las murallas cartageneras y sorprendidos por la belleza de los paisajes de la Sierra Nevada de Santa Marta y la espiritualidad de los resguardos indígenas que la habitan, los 177 expedicionarios de la ruta BBVA siguen su “aventura en el país de las esmeraldas”.

La ruta comenzó en Cartagena de Indias hace ocho días  en donde 177 ruteros descubrieron el castillo de San Felipe, en un recorrido que los llevó luego al Parque Tayrona, y de allí irán ahora a Aracataca, Bucaramanga, Barichara, Villa de Leyva y Tunja, hasta terminar en Bogotá el próximo 25 de agosto.

Más allá de las informaciones internacionales que retratan un país en guerra, lo cierto es los ruteros han comprobado que Colombia es un país de magia y color.

Traer a los expedicionarios se convirtió en un reto que desde el 2008 asumió el presidente en Colombia del BBVA, Óscar Cabrera Izquierdo, quien hizo la tarea de buscar el apoyo que requiere la Ruta por parte del Gobierno Nacional y de convencer a las directivas en España en torno a que no había riesgos de seguridad en nuestro país para los jóvenes ruteros.

La Ruta ya había venido por primera vez en el 2012, cuando inició en Colombia y terminó en España. “En el 2012 nos dimos cuenta de que Colombia ya era un lugar seguro y pasamos una gran experiencia en la ruta de Mutis y se nos desmontaron los estereotipos, porque lo que se percibe desde el exterior no se corresponde con la realidad”, dijo Juan Luna García, jefe de campamento y rutero desde hace 23 años, cuando inició en 1989 como monitor.

“Los chicos vienen con la información que se pública en los diarios de todo el mundo, que si las Farc han cometido atentados, que si los narcos están haciendo negocios, pero eso no es la realidad de Colombia. La realidad son sus personas, sus paisajes, su historia. Nuestros ruteros lo viven con la gente y entonces se desmonta esa idea de país peligroso al que no se puede venir. Ellos, nuestros ruteros, se convierten así en unos transmisores de esta idea de que Colombia es un país en el que se puede vacacionar, ir a la montaña y visitar cualquier sitio”, dijo Luna.

Según el jefe de campamento Colombia fue elegida esta vez porque “es el segundo país con mayor biodiversidad, que ha salido de un proceso histórico difícil, que está en un proceso de paz  para terminar una guerra de cincuenta años, pero que nos brinda la hospitalidad y la oportunidad de hacer la ruta con todas las garantías de apoyo y seguridad que se requieren”.

Luego de atravesar el Parque Vía Isla de Salamanca,  que bordea el mar Caribe y de la Ciénaga Grande de la Magdalena, los ruteros instalaron su campamento en una de las playas del Parque Tayrona, desde allí iniciaron su marcha por hermosos paisajes, que midieron su fuerza física y mental mientras caminaban por zonas de espesa vegetación e imponentes rocas que los obligaron a escalar para ser compensados con un gratificante baño en la mágica playa de San Juan de Guía, adonde terminó el recorrido en el que descubrieron Pueblito, un tradicional sitio arqueológico habitado por varias comunidades indígenas, los Koguis, Tayronas y Arhuacos.

Los ruteros, que dos semanas atrás recorrieron una amplia zona de España, ahora continúan su aventura en Colombia. “Los colores y la amabilidad de la gente es la fuerza de Latinoamérica, eso lo que me han transmitido a mí”, dijo un rutero español ansioso por  conocer de cerca la obra de nuestro Nobel fallecido, Gabriel García Márquez, durante la visita que realizarán a Aracataca, en donde seguramente descubrirán el génesis del realismo mágico de Macondo; después vivirán las riquezas naturales del parque Tayrona y las arquitectónicas y culturales de Santander y Boyacá, para llegar a Bogotá, en donde además de ascender a Monserrate, visitarán el Museo del Oro y recibirán sus diplomas poniendo por primera vez fin a la ruta, en un país distinto a España.

Justamente para sellar la visita de la ruta el próximo 25 de agosto en Bogotá como un acto simbólico y de suma importancia, el director de la expedición, Andrés Ciudad le pidió al presidente Juan Manuel Santos despedir a los ruteros. “Nos gustaría que el presidente Santos pudiera despedir la Ruta lo cual es muy importante porque la percepción que se llevan del país se refuerza con ese acto final”, dijo.