Una de las obras más aplaudidas de la Compañía de Teatro La Maldita Vanidad, Morir de Amor, la cual ha participado en numerosos festivales como el de Manizales, el Iberoamericano de Teatro, el Internacional de Santo Domingo en República Dominicana y el Festival MITSP de Sao Paulo, regresa en una corta temporada, a partir de mañana y hasta 31 de este mes, de jueves a domingo en la sede de la compañía. Una pieza que habla de la despedida, del nacimiento y la partida, pero contada desde el momento de la muerte.
En Morir de Amor la reminiscencia, el traumatismo de la pérdida y la imposibilidad de la comunicación se verán a través de seis personajes: Gladis (madre de Luis), Dieguito y Esteban (sus hermanos), Raúl (su vecino), Olga (amiga de la familia) y Leonardo (pareja de Luis) que se reúnen para despedirlo, pues este joven acaba de morir en circunstancias confusas.
Los seis personajes despiden del muerto de forma diferente y van revelando, de atrás para adelante, los momentos de la existencia del difunto: la adultez, la adolescencia, hasta que el público se hace una idea de quién era ese personaje ausente. Un velorio al que asisten también los espectadores, quienes desde su ubicación acceden a ángulos diferentes de la historia.
Al candil de una tenue luz, una madre llora su pena frente al ataúd de su hijo recién fallecido, la aflicción se presenta grande e inconsolable después de una noche en vela y lamentaciones. En la improvisada sala fúnebre también están Diego y Esteban sus hermanos, Raúl su vecino, Olga su amiga de la infancia y Leonardo su actual pareja, quienes se reúnen para despedirlo, recordarlo y revelar facetas de su vida desconocidas entre ellos; un velorio al que asisten también los espectadores, quienes desde su ubicación acceden a ángulos diferentes de la historia.
Jorge Hugo Marín, el dramaturgo y director aborda en esta producción temas como la ignorancia, la evasión, la incomunicación dentro del núcleo familiar, la intolerancia frente a la diferencia, los tabús frente al cuerpo, la muerte, las preferencias sexuales y la enfermedad; acompañado por un grupo de actores de primera línea como: Juanita Cetina, Carmenza Cossio, Miguel Gonzalez, Juan Pablo Urrego, Erik Rodriguez, Fernando Arroyave, Daniel Diaza y Juan Pablo Acosta, quienes se apropian de manera magistral de las historias cotidianas y las encajan en espacios no convencionales.
La compañía La maldita vanidad fue creada como un laboratorio de artistas jóvenes del oficio teatral, que presenta sus propuestas en espacios no convencionales. Su sello está basado en una nueva dramaturgia escénica donde la construcción de sus personajes y la relación entre los mismos es ante todo verosímil, al igual que el espectador que asume el papel voyeur.