¿Qué tanto y qué tan bien duerme? | El Nuevo Siglo
Cortesía
Lunes, 11 de Marzo de 2019
Es hora recuperar la calidad del sueño y con ello de la vida. Expertos aseguran que las mujeres requieren dormir más que los hombres.

__________________________

UN ser humano pasa aproximadamente un tercio de su vida durmiendo, es por esto que el sueño de buena calidad es esencial para llevar una vida sana. Sin embargo actualmente en el mundo más de 200 millones de personas  sufren trastornos de sueño, con una prevalencia que puede alcanzar hasta el 50% de la sociedad, problema que desencadena elevados costos médicos secundarios en los que se pueden contar el ausentismo laboral, los accidentes de tránsito e incluso algunas discapacidades.

Los estudios han encontrado que dichas alteraciones del sueño son más comunes en las mujeres -aproximadamente 2 de cada 3 pacientes- y en personas mayores de 50 años, una población en la que los trastornos de sueño están presentes hasta en un 50%.

Según un estudio del Centro de Investigación del Sueño de la Universidad Loughborough los altos niveles de angustia, depresión o ira en las mujeres están asociados directamente a trastornos del sueño como el insomnio.

Las mujeres requieren dormir más tiempo que los hombres por las diferentes tareas que realizan, por conectarse de diferente manera y por su complejidad cerebral. Por estos motivos, ellas necesitan dormir alrededor de 20 minutos más por día que el hombre.

Para generalizar pensar en calidad de sueño es tener calidad de vida. Por este motivo, prestar atención a las alteraciones que se presentan y tomar medidas para dormir adecuadamente es indispensable para mantener estable el organismo y controlar los horarios cada día.

Rutinas como adecuar los espacios para descansar, hacer ejercicio a diario, tener una cama cómoda y controlar temperatura y ruido, incluyendo los aparatos electrónicos, son esenciales para afrontar cada día con energía y salud.

Para r Edgar Osuna, experto en temas del sueño, “es fundamental establecer hábitos saludables, preservar los estados de luz y oscuridad para mantener el ciclo sueño-vigilia, evitar el uso de pantallas a altas horas de la noche, no pasar demasiado tiempo en cama y realizar rituales de relajación, son elementos esenciales para el adecuado tratamiento de los problemas del sueño”.

Es importante reconocer las fases del sueño, saber si se está durmiendo plácidamente e identificar si hay problemas para dormir. De ser así, debe consultarse al médico de confianza para obtener una evaluación adecuada.

Sueño, estados y fases

 Una persona promedio duerme alrededor de 8 horas al día, lo que suma 122 días al año, es decir, un tercio de su tiempo. Para poner un ejemplo, un ser humano de75 años podría haber dormido un total de 25 años de su existencia.

Pues bien, el sueño está compuesto por dos fases básicas, la primera es el sueño Rapid Eyes Movement (Movimiento ocular rápido) -REM por sus siglas en inglés- y una segunda, el sueño No-REM que se divide en tres estadios, los dos primeros de sueño ligero y el último de sueño profundo.

Es importante anotar que en estos estadios el cuerpo entra en diversas fases entre las que están la relajación muscular, la desaceleración de la velocidad de los latidos del corazón, respiración, metabolismo y disminución de la temperatura corporal.

Durante la primera fase, es decir la REM, hay mayor actividad muscular y cerebral, en cuyos momentos ocurren los sueños y se tienen procesos neuronales importantes como la fijación de la memoria y el mantenimiento celular, entre otras.

Dichos estadios se alternan durante el tiempo del sueño, es así como la adecuada duración y sucesión de estos espacios constituyen una correcta estructura al dormir, características que permiten alcanzar el descanso correcto cada día.

 ¿Cómo tener un sueño reparador?

 El ser humano está expuesto cada día a múltiples estímulos en el entorno: los teléfonos celulares, las luces, las pantallas de televisión, el ruido, la contaminación, la cafeína y las bebidas energizantes, entre otros temas, en los que se pueden sumar el estrés o las largas jornadas laborales, elementos que alteran las hormonas y el reloj biológico encargados de mantener los ciclos del cuerpo entre el día y la noche.

Se pueden combatir dichos estímulos para lograr un sueño tranquilo y reparador a través de acciones como no comer en exceso antes de dormir, tener rutinas diarias de ejercicio, alejar los aparatos electrónicos de la cama, apagar las luces, cuidar la temperatura del cuarto y establecer horarios constantes para dormir.

Sencillas medidas que garantizan un equilibrio cada  noche. Sin embargo, hay que tener en cuenta un elemento indispensable en el buen dormir, éste es la melatonina, también llamada "hormona de la oscuridad”, que se produce en varios órganos del cuerpo, principalmente en la glándula pineal y que, básicamente, se concentra en la regulación del ciclo sueño-vigilia.

La producción de melatonina tiene una evolución constante que comienza entre las 7:00 y 9:00 de la noche, alcanza una concentración máxima entre las 12:00 y las 2:00 de la mañana y cae entre 4:00 y 5:00 de la mañana.

Esta hormona actúa directamente sobre el reloj biológico y otros órganos, por lo que se hace necesaria para mantener una preservación adecuada del sueño.