El primer retrato oficial de la esposa del príncipe Guillermo, Catalina, fue presentado este viernes en la National Portrait Gallery de Londres, suscitando reacciones diversas.
La propia Catalina, que espera su primer hijo para el próximo verano, le dijo al artista británico Paul Emsley que lo encontraba "asombroso" y "magnífico", después de haberlo examinado detenidamente en privado con Guillermo.
"Es hermoso, absolutamente hermoso", coincidió el segundo en la línea de sucesión al trono, que también tiene un cuadro en esta importante galería de retratos, antes de que la prensa y el público pudieran descubrirlo.
Este fue el segundo acto público de Catalina, que el miércoles cumplió 31 años, desde que en diciembre tuvo que ser hospitalizada en Londres por náuseas ligadas a su incipiente embarazo.
La duquesa de Cambridge aceptó el año pasado posar para este cuadro destinado a la National Portrait Gallery, en la que ocupa un cargo honorífico.
El retrato presenta a la antigual Kate Middleton de frente, sonriendo muy ligeramente, con su ondulada melena castaña suelta sobre una blusa con lazo de color azul petróleo y un pendiente como único adorno.
"La duquesa explicó que quería ser retratada naturalmente", declaró Paul Emsley, quien se reunió con ella una primera vez para hablar del proyecto y dos veces más para tomarle fotografías, según el comunicado del museo.
"Me pareció muy abierta y generosa, y muy cálida. Después de pensar inicialmente que iba a ser un retrato sin sonrisa, creo que fue una buena elección al final que sonriera - es realmente como es", agregó el artista, que anteriormente pintó al expresidente sudafricano Nelson Mandela y al premio Nobel de Literatura británico V.S. Naipaul.
El resultado, sin embargo, no convenció a todo el mundo. El crítico de arte, Waldemar Januszczak, colaborador del Sunday Times, se declaró "decepcionado" porque "sus ojos no brillan".
"Al final es otra bonita pintura ordinaria de un miembro de la familia real similar a las que hemos producido en masa durante los últimos siglos", dijo en los micrófonos de la BBC.
El crítico del Daily Telegraph, Mark Hudson, fue todavía más allá: "Si Kim Jong Un, el líder supremo de Corea del Norte, tuviera un retrato pintado en un idioma similar, estaríamos todos cacareando hasta la saciedad sobre el lamentable mal gusto de los déspotas extranjeros".
En las redes sociales, el principal debate giraba en torno a si el cuadro envejecía a Catalina. "Encargué un retrato de Kate para su 31º cumpleaños. He decidido guardarlo para el 50º", resumía en Twitter el autor de una falsa cuenta del príncipe Carlos.
AFP