Académicos de la Universidad de Westminster, en Reino Unido, y un equipo de profesionales de la compañía SmartThings (perteneciente a Samsung) dieron a conocer un informe sobre cómo el progreso de la tecnología permitirá desde ciudades en forma de burbujas "habitables" hasta rascacielos subterráneos. ¿La clave? La arquitectura combinada con el Internet de las cosas.
Conocer qué depara el futuro siempre ha sido motivo de curiosidad para los seres humanos. Por eso Samsung, el gigante surcoreano de la industria electrónica, ha querido ir más allá lanzando una mirada al año 2116 donde muestra sus asombrosas predicciones: mega rascacielos, ciudades submarinas, casas impresas en 3D, y otras más.
Desde la manera en la que interactuamos con los demás hasta nuestras posibilidades de viajar o nuestro trabajo, el rápido progreso la tecnología ha cambiado drásticamente nuestra manera de vivir en los últimos años.
Viviendas subterráneas y rascacielos
Las predicciones de Samsung son el resultado del 'SmartThings Future Living Report', un informe realizado por arquitectos, urbanistas y profesores de la Universidad de Westminster. Según el documento, en el próximo siglo tendremos 'rascacielos', edificios subterráneos que irán hasta 25 plantas bajo el suelo; y ciudades enteras bajo el agua, gracias a enormes burbujas que harán habitable ese espacio.
Los avances en paneles solares como una fuente de energía limpia y renovable permitirán la creación de comunidades subacuáticas, capaces de procesar su propio oxígeno así como suplir sus necesidades eléctricas del hidrógeno obtenido en el mar. Mejor aún es que estas ciudades podrán moverse para eludir el mal clima.
Se prevén también grandes avances en la construcción de edificios con la implementación de nanotubos de carbono, reemplazando los refuerzos usados actualmente, haciendo las construcciones 17 veces más fuertes; nanofibras de diamante reemplazarían los cables de acero con una resistencia 100 veces mayor a solo un sexto de su peso. Los rascacielos de un kilómetro de altura serán algo habitual, ciudades verticales en donde vivirán millones de personas.
Vivienda y alimentos en 3D
La impresión 3D será igualmente fundamental en nuestra nueva forma de vida: con esa tecnología construiremos nuestras casas. Las paredes serán pantallas LED que nos permitirán cambiar la decoración a nuestro gusto con tan sólo apretar un botón. También se convertirá en algo normal la comida impresa en 3D: descargaremos de Internet los platos estrella de nuestro chef favorito y los prepararemos en pocos minutos.
Paredes virtuales
Los hogares serán controlados por medio de una nueva generación de software que aprenderá sobre nuestros patrones de vida y sugerirá la configuración adecuada para las paredes, muebles o complementos que luego se imprimirán en 3D. Las construcciones tendrán la capacidad de adaptarse a las necesidades de los habitantes y a las condiciones del ambiente como abrir o cerrar espacios para regular las condiciones climáticas.
Drones, el nuevo medio de transporte
Los expertos están convencidos de que los drones se convertirán en el medio de transporte más utilizado. Los más grandes y poderosos serán capaces de mover casas enteras, de manera que podremos viajar por el mundo llevándonos nuestro hogar. Quien prefiera vivir en otro planeta también tendrá esa posibilidad gracias a los vuelos comerciales a la Luna y más tarde a Marte.
“La revolución de los smartphone está marcando el comienzo de la revolución del hogar inteligente; y esto tendrá consecuencias muy positivas sobre la forma en que vivimos. Nuestros hogares son cada vez más inteligentes y ya pueden detectar la presencia de personas, mascotas, humo, iluminación y humedad. Y esto no es más que el principio. Aunque muchos no llegaremos a ver ese impresionante 2116, el futuro ya está casi aquí”, afirma James Monighan, uno de los responsables del proyecto 'SmartThings Future Living Report'.
El uso de productos de limpieza y envases de plástico se reducirá con conceptos como autolimpieza y autoreparación por medio de tecnologías como la biomimética. Esto cambiará por completo la necesidad de gastar dinero en el mantenimiento de las cosas.
Usando tecnología de avanzada como el Samsung Gear VR, será posible tomar vacaciones virtuales. Por medio de electrodos que se conectarán a la cabeza, el software de la computadora del individuo generará los sonidos, el movimiento e incluso los olores en la mente.