La contratación temporal es una opción cada vez más común dentro de las organizaciones para suplir necesidades de talento en momentos específicos, ya sea porque se requiere acceder a perfiles con conocimientos especializados por un periodo de tiempo limitado o para la implementación de proyectos puntuales.
En este sentido, Page Interim, unidad de negocio especializada en temporalidad y administración de nómina de PageGroup, comparte información orientada a resolver mitos y dudas comunes alrededor de la contratación temporal.
Lo primero que es necesario conocer, es que en Colombia existe una ley que regula y establece los motivos sobre los cuales se puede tener una contratación temporal, a través de empresas de servicios especializadas.
Existen tres casos puntuales enmarcados en la normatividad: cuando se trata de labores ocasionales, accidentales o transitorias; cuando se requiere reemplazar personal que está de vacaciones, en uso de licencia o en incapacidad; y, por último, para atender incrementos en la producción, el transporte y las ventas en los períodos estacionales.
Únicamente con esas tres condiciones, las empresas pueden optar por tener personal flotante. Así mismo, es importante conocer los tipos de contrato que se pueden hacer, su máxima duración y si estos contratos pueden llegar a tener alguna modificación versus los contratos que comúnmente trabajan las compañías para sus empleados permanentes.
Los acuerdos en esta modalidad pueden tener una duración de seis meses con una posible extensión prorrogable máximo seis meses más.
Ventajas del modelo
Las ventajas y beneficios de este tipo de contrataciones son múltiples, tanto para las empresas como para los profesionales. De acuerdo con un estudio reciente realizado por PageGroup, el 55% de las compañías en Latinoamérica están encontrando en la temporalidad una alternativa para agilizar la consecución de perfiles que aporten fuertes habilidades blandas y competencias técnicas.
Por eso, el principal motivo para recurrir a la contratación temporal es la flexibilidad a la que se puede acceder para hacer frente a diferentes coyunturas y ampliar los equipos de trabajo sin impactar el headcount de la organización. Aunque comúnmente se piensa que las compañías tienen beneficios o ahorros tributarios por recurrir a este tipo de contratación, cabe destacar que todos los contratos se comportan de la misma manera en términos de beneficios y de obligaciones tributarias.
Para los profesionales, las ventajas de trabajar bajo modelos de temporalidad incluyen el incremento en el volumen de oportunidades y las diferentes áreas de trabajo que existen en el mercado laboral para quienes prefieren las vacantes temporales. Adicional, la posibilidad de trabajar en distintos contextos e industrias, hacer parte de proyectos diversos por periodos de tiempo definidos y la ampliación de la red de contactos. Además, en muchas ocasiones la temporalidad sirve como puerta de entrada para conectarse con oportunidades a término indefinido.
“De acuerdo con nuestra experiencia, el 60% de los profesionales que se contratan para un proyecto temporal a través de Page Interim, son contratados posteriormente de manera permanente por la compañía a la que estuvieron vinculados de manera temporal”, afirma Felipe Delgado, director de PageGroup.
Mitos de la contratación temporal
Pese a las ventajas descritas, existen algunos mitos, tanto en las empresas como en los profesionales, que generan dudas frente a este tipo de contratación. Uno de los más frecuentes es la falsa creencia de que un profesional vinculado de forma temporal no tiene las mismas cualidades y competencias que aquel que está contratado de manera permanente.
En ese sentido, se ha evidenciado que los perfiles que son contratados para proyectos transitorios cuentan con el mismo potencial que aquellos que están bajo un contrato a término indefinido.
De hecho, los profesionales temporales, por lo general, cuentan con estructuras de formación muy valiosas por la multiplicidad de escenarios en los que han adquirido experiencia, lo cual impulsa su esquema de competencias técnicas y blandas, entre las cuales destacan: mejor manejo de crisis y momentos de incertidumbre, mejores habilidades de comunicación, mayores capacidades de trabajar en equipo generando sinergias entre las áreas de la compañía, más innovación y creatividad y mejor atención al cliente.
Los candidatos por su parte consideran que las compañías muchas veces tienden a comportarse de una manera diferente con el personal temporal, lo cual en algún punto puede ser cierto, pues están bajo condiciones y necesidades distintas, pero al final, las empresas de contratación temporal hacen que las compañías traten de forma adecuada al personal transitorio.