El mágico recorrido que hace Smithy Ide, protagonista del libro Una historia en bicicleta, cuando cruza Estados Unidos, inspiró a José Amín a crear un programa que contara una experiencia similar en Colombia. El amor por los viajes y la aventura fue suficiente para pasar de la ficción a la realidad, que ahora se ve en la primera temporada de Una historia en bicicleta, el nuevo programa de Canal Tr3ce que dirige Amín, y que se presenta todos los domingos a las 9:30 p.m.
A diferencia de la historia creada por el autor norteamericano Ron McLarty, el programa tiene dos protagonistas reales: Nicolás Fernández y Gisel Ramírez, seleccionados luego de un casting abierto en el cual se presentaron más de 150 ciclistas urbanos. Luego de varios filtros y pruebas, el carisma y la facilidad de expresión de esta pareja cautivaron a los productores del programa, quienes se embarcaron con ellos en un recorrido de más de 4.000 kilómetros por trochas y carreteras de Colombia.
Con la idea de descubrir esa Colombia oculta, los dos presentadores partieron en busca de historias, personajes, paisajes, experiencias y emociones, que solo pedaleando por trochas y caminos vecinales se pueden descubrir. Fueron casi 45 días en cada uno de los viajes. El de Nicolás inició en Cundinamarca, pasó por Tolima, Huila, Putumayo para terminar en un municipio de Nariño cercano a la frontera con Ecuador. Gisel, por su parte, también pasó por Cundinamarca, pero se encaminó hacía Boyacá, Casanare y Meta teniendo como punto final a San José de Guaviare.
Estos aventureros lograron captar muchos momentos especiales, como se verá en cada uno de los capítulos de Una historia en bicicleta. Relatos sencillos pero llenos de emoción protagonizados por personas corrientes que tienen algo interesante que contar, como unos niños en Putumayo que arrían ganado con sus bicicletas, otro grupo de niños en el Guamo que sin recursos practican BMX, o un viejo pescador en Betania que comparte sus secretos con los viajeros.
Hacer este recorrido bajo la lluvia, el frío, o el sol inclemente, en jornadas donde a veces no encontraban personas o casas en 6 horas de camino, fue un verdadero reto para los presentadores, lo que al final se reflejó en la pérdida de varios kilos de peso.
Pero para José Amín el resultado superó las expectativas: “Al principio queríamos mostrar casi todo, pero el viaje da enseñanzas y hay que estar atento a ellas. En la trocha van saliendo nuevos ingredientes, el camino dio más de lo que esperábamos y que no estaban en la investigación. Y eso se ve en cada capítulo. Ahora siento que cada episodio supera al anterior, es una curva ascendente que seguro cautivará al público”.