Como una máquina del tiempo. Así es el  libro del fotógrafo Jaime Osorio Gómez quien recopila en 270 páginas imágenes únicas de la vida de los antioqueños.  Es un recorrido visual que data de 1848 llegando hasta el 2006.

“Las sociedades que no conservan sus memorias se quedan sin historia y se extravían en el olvido de sí mismas”, comenta Benjamín Villegas al referirse al libro que lleva por nombre Fotografía en Antioquia.

La portada del libro es: Leonor Hoyos, 1906 y pertenece a la autoría de Benjamín de la Calle. La contra carátula es de un hombre en pose de locura y coronado de demencia. Es de Andrés Sierra y la llamó: Retrato de los más afortunados, 2002. De esta forma el libro se divide en tres amplias secciones que cubren el panorama regional desde finales del siglo XIX hasta los inicios del siglo XXI.  

Fotografía en Antioquiale ofrece a los lectores una extraordinaria selección de imágenes perpetuadas por la lente de más de 60 fotógrafos, allí se podrán encontrar retratos clásicos de Gonzalo Gaviria, Benigno Gutiérrez, Benjamín de La Calle, Francisco Mejía y Rafael Mesa con niños posando en sus estudios, cuando se usaban los pantalones cortos que desaparecían en la juventud.

Sumergirse en este volumen es conocer el eje cafetero desde distintas perspectivas y visiones. Cada página del ejemplar representa un rincón y un paraíso de Antioquia. Para Jaime Osorio, este apartado congela en mágicas ilustraciones, instantes irrepetibles de momentos inolvidables.

Uno de los tesoros escondidos de este libro son las frases célebres de expertos en el campo de la fotografía, como Ernest Lacan que alguna vez dijo “la fotografía reúne y hace inmortales” o como Émile Zola que aseguraba que “no se puede pretender haber visto alguna cosa antes de haberla fotografiado”.

En esta edición se encuentra un compendio de fotos que resalta la belleza de las calles, de la gente y las costumbres antioqueñas. Fotografía en Antioquia fue patrocinado por Argos e impreso por Villegas Editores.