El papa Francisco sufrió una "indisposición" y tuvo que anular una visita prevista este viernes a un hospital de Roma pero el Vaticano confirmó su agenda para el fin de semana.
"Tras una indisposición [...] el Santo Padre no podrá ir esta tarde a Gemelli", un hospital en Roma donde iba a celebrar una misa, indicó el Vaticano en un comunicado
El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, no pudo explicar las causas de la indisposición pero recordó que el papa "tiene un ritmo de vida muy intenso, con muchos compromisos todo el tiempo [...] y si a veces es necesario renunciar a estas actividades lo hacemos".
"No puedo decir si se trata de cansancio general o de un problema intestinal", añadió el portavoz, y recordó que el papa, de 77 años, ya anuló una visita hace algún tiempo por un problema digestivo.
Un poco más tarde, el Vaticano confirmó que Francisco mantendría su agenda para el fin de semana y reafirmó que "no hay razones de preocuparse por la salud del papa".
La anulación de la visita fue anunciada unos minutos antes a los fieles presentes en el hospital por Claudio Giuliodori, asistente eclesiástico en la Universidad Católica.
La llegada del papa para una visita de tres horas fue anunciada a las 13H30 GMT y luego aplazado media hora antes de ser definitivamente anulada.
No es la primera vez que el papa argentino anula una visita a último momento.
El 19 de junio, Jorge Bergoglio decidió no acudir a una larga procesión en Roma entre las basílicas de San Juan de Letrán y Santa María la Mayor para descansar antes de una visita a Calabria (sur de Italia) dos días más tarde.
Desde que fue elegido papa en marzo de 2013, no ha tomado vacaciones.
El excardenal y arzobispo de Buenos Aires, un hombre vigoroso y enérgico, pero con algunos problemas pulmonares, se levanta cada día antes de las cinco de la mañana y se acuesta temprano.