Una mirada inédita a su vida personal y a sus siete décadas de arte pictórico y escultórico.
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LA fuerza y el empuje de la formación de arriero que recibió de su familia, la rebeldía que lo caracterizó desde niño pero sobre todo el ejemplo de tesón de su madre, quién enviudó muy joven con la responsabilidad formar a sus tres hijos en medio de la pobreza marcaron la personalidad y la carrera de uno de los más importantes y grandes artistas colombianos: Fernando Botero.
Tan voluminosa como su obra, las reconocidas mundialmente “gordas”, ha sido la vida, penurias y éxitos del maestro Botero, quién desde muy joven tenía claro su futuro: quería ser artista. Y, siendo un adolescente, a los 16 años, tras la muerte de su padre, emprendió esa ‘tarea”, la que ha cumplido sin descanso por siete décadas, convirtiéndose en el artista más grande de todos los tiempos y un ícono de la plástica latinoamericana.
Conocer detalles inéditos de su infancia, formación artística, su recorrido como pintor, escultor y filántropo, sus primeros trazos que fueron en la pintura costumbrista y el momento en que el volumen se convirtió en el hilo conductor de sus creaciones tanto en el lienzo como en el bronce es lo devela el documental “Botero, una mirada íntima a la vida y obra del maestro” que estará en la pantalla grande nacional del 11 al 19 de abril.
Esta es, sin duda, la oportunidad para conocer en una pieza cinematográfica, que se rodó a lo largo de 19 meses en 10 ciudades del mundo, por qué este pintor y escultor es inmortal y qué lo ha hecho único. Incluye material inédito y de archivo.
Allí y en la voz del propio maestro se sabrá que luego de que éste decidiera cambiar el volumen del ojo de la guitarra de su famosa pintura “La Mandolina” y descubrir la sensualidad y monumentalidad en ella, se decidió por ese trazo monumental, el que traslada a sus pinturas y esculturas, dando así origen a los “gordos” con los que el mundo identifica a este genio colombiano.
Esta producción cinematográfica descubre la faceta más íntima y personal de Botero, ya que lo “desnuda” en todas sus facetas, como ser humano, hijo, padre, amigo y artista. Son varias las escenas filmadas en sus estudios, donde nace y da rienda suelta a su creatividad.
“Queremos mostrar una historia conmovedora e inspiradora de una persona que comenzó de la nada con la única claridad que quería ser artista y esta pasión tan absoluta fue la que le permitió aferrarse a sus convicciones artísticas a pesar de nada en contra de las corrientes, para lograr sobresalir en el mundo del arte” asegura Lina Botero, hija del maestro y a la vez productora ejecutiva del documental.
Bajo la dirección del canadiense Don Millar, en 82 minutos de duración de la cinta se pueden apreciar los hechos más característicos y determinantes de la vida de Fernando Botero narrados muchos en su voz y los demás en la de sus hijos y amigos más cercanos. Todos estos relatos tienen una característica común: exaltan que a este genio artístico lo caracterizan la firmeza y el empuje, esas cualidades que adquirió en sus orígenes arrieros y al ver cómo su madre, mediante su trabajo de modistería, lo sacó adelante junto a sus hermanos.
Para el artista, el 90 por ciento de su talento viene de su fuerza de voluntad y de su consagración obsesiva a la pintura y apenas un 10 por ciento de su inspiración.
Desde sus inicios ha optado por ir en contra de lo establecido y apostar por la rebeldía, un ideal que se ve reflejado en sus obras. Sus figuras volumétricas, o ‘gordos’, son una ruptura en el arte convencional que han definido un estilo y han marcado una época. Se la ha jugado por expresar el volumen como parte de la sensualidad y la monumentalidad en pocas líneas, apuesta por la que su obra impactó en todo el planeta. Además de su interés por adaptar famosas obras de Goya, Velásquez, da Vinci Van Gogh o Raphael en su estilo volumétrico.
Es así como Botero comenzó a dejar huella en el mundo y este documental muestra su recorrido por 10 ciudades claves, desde Medellín, París, Nueva York, y Pekín hasta la italiana Pietrasanta -donde reside- y la francesa Aix en Provence, donde se realizó en 2017 la exposición 'Botero, dialoga con Picasso”.
“Logramos acompañar a mi papá en algunos de los momentos más importantes de su vida carrera reciente como la exposición en China, en Beijin, en Shanghai, en Hong Kong, a la cual asistieron más de un millón y medio de espectadores… También estuvimos en la exposición de Botero dialoga con Picasso, fue un momento muy importante para él y su carrera” afirma Lina Botero.
Esta producción cinematográfica que presenta alrededor de 300 obras del maestro y da cuenta de porque es un ícono mundial del arte tuvo su debut en el pasado Festival de Cine de Cartagena y participará del Festival Internacional de Cine Palm Springs 2019.
Dos días antes de su estreno, se realizará una premier en Bogotá en el cinema de Avenida Chile y contará con muchas sorpresas. “El 10 de abril haremos una función especial bajo la estrellas al aire libre en Medellín, en la ciudad del maestro, justamente en el parque de esculturas al lado del Museo de Antioquia” expresó en entrevista con EL NUEVO SIGLO Pía Barragán, gerente de distribución de Cine Colombia, quien además aseguró que en las primicias se ofrecerán vasos de la confitería con la imagen del maestro. “Nos ha autorizado de manera exclusiva y por tiempo limitado mientras hacemos promoción del documental el uso de sus imágenes” concluyó.