Esta maravilla natural e histórica hace parte de la lista de la UNESCO de lugares Patrimonio de la Humanidad.
Ubicado en la provincia de Denizli, se esconde uno de los más impresionantes lugares de toda Turquía: la ciudad balneario de Pamukkale, cuyo nombre en turco significa "castillo de algodón".
El lugar de partida para muchos visitantes es la ciudad de Denizli, ubicada al interior del suroccidente en la península de Anatolia. Desde allí es posible llegar a la ciudad balneario de Pamukkale después de un corto viaje en minibús hasta la zona.
A la distancia es posible ver cómo se alza una montaña blanca que pareciera estar esculpida enteramente en mármol resplandeciente. Una vez en la entrada de Pamukkale, los visitantes se deben retirar los zapatos e iniciar un ascenso a la montaña de piedra caliza, travertino y aguas termales.
¿Cómo surgió Pamukkale?
Debido a los constantes movimientos y sismos en las proximidades del río Menderes, que desemboca en el Mar Egeo, aguas termales con un alto contenido de minerales surgieron a la superficie. A su paso, la montaña se cubrió de su característico color blanco y sus cascadas petrificadas.
Conocida ya desde la antigüedad, la ciudad balneario de Pamukkale dio pasó al establecimiento de una importante ciudad en la antigüedad, la ciudad de Hierápolis.
Durante el siglo II a.C. el rey de Pérgamo, Eumenes II, estableció la ciudad balneario de Hierápolis (que significa Ciudad Sagrada en Griego) con una arquitectura típica de la era helenística, posteriormente la ciudad pasaría a ser parte del Imperio Romano, luego del Imperio Bizantino y luego sucumbió ante la llegada de los selyúcidas. Entre los más destacados elementos arquitectónicos de la ciudad se puede nombrar el gran anfiteatro de Hierápolis, restaurado para reflejar su gloria de antaño. Este anfiteatro tiene una capacidad de hasta 20 mil espectadores.
Otro de los más destacados lugares al interior de Hierápolis es la conocida Puerta del Inframundo, o el Plutonio; en dicho lugar se encontraron restos de personas que murieron en la antigüedad debido a la presencia de gases tóxicos, por este motivo se le conoce con este nombre.
Además en Hierápolis se pueden encontrar restos de baños romanos que datan del siglo II d.C, el Nynpheum o Fuente Monumental, la necrópolis y la piscina de Cleopatra.
Uno de los doce apóstoles de Jesús, San Felipe Apóstol, murió precisamente en Hierápolis. Por este motivo, fue una ciudad de gran importancia para el cristianismo primitivo. En el lugar donde murió San Felipe, se construyó el denominado Martyrium durante finales del siglo IV y aún se pueden visitar sus ruinas en Pamukkale.
Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO
Debido a sus restos arqueológicos y a su increíble paisaje natural, Pamukkale, junto con la ciudad antigua de Hierápolis, fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1998.
La ciudad vio nacer a uno de los filósofos más importantes de la tradición estoica, Epicteto, nacido en el año 55 d.C. Epicteto pasó de ser un esclavo a una de las figuras más importantes de la filosofía.
Su paisaje único y su gran historia han hecho de Pamukkale uno de los lugares turísticos más relevantes en Turquía con miles de visitantes cada año subiendo la cima de la montaña blanca para contemplar desde su altura la belleza del valle calmo, donde a la distancia los automóviles no parecen emitir ningún sonido.