CON OBRAS de arte, gastronomía y literatura, el pabellón 200 años Colombia en la Feria Internacional del Libro de Bogotá refleja algunos secretos de la historia del país, costumbres de personajes clave en la Independencia y el rol que cumplieron las mujeres dentro de las batallas.
En el pabellón cuatro se exponen conceptos como la libertad, la independencia, la ciudadanía y la igualdad, que reconstruyen paso a paso los momentos más importantes de la historia nacional.
“Esos conceptos están anclados a historias de vida y a nombres. Las piezas que han hecho los artistas son representaciones o alegorías de lo que pueden significar esos conceptos, nos dan ideas de cómo la gente podía vivir primero en su cotidianidad y cómo ellos a partir de esto lucharon en pro de la Independencia. Ese es el armazón principal de la exposición”, le dijo a EL NUEVO SIGLO Gustavo, guía de “200 años Colombia”.
Lo que la guerra se llevó
Al entrar, sonidos imponentes inundan un vestíbulo iluminado por focos en forma de palabras suspendidas en el aire, que dan la bienvenida a los visitantes. “Utopía” es uno de los principales conceptos que caracteriza la exposición, ya que representa “cómo es una sociedad imaginada, pero también cómo se va construyendo y a la par cuando nos vamos acercando a esa utopía también se va distanciando. Así, aunque se hayan logrado ciertas cosas de lo que queríamos, aún nos queda camino por recorrer”, comentó Gustavo.
Un sendero con lonas a lado y lado, sonidos de pasos firmes y la oscuridad dan continuidad, simulando el “camino de la guerra”, un fenómeno que dejó cicatrices, pobreza, enfermedad, muerte y ruptura del tejido social. Lo que conduce a la pieza central: una gran bolsa colgada saturada de objetos que representan las cosas positivas que la guerra se llevó.
Ciudadanía y chichería
De allí se despliegan cuatro caminos que componen la exposición. Al lado izquierdo se encuentra un cuarto que representa una chichería de la época colonial, en la que se gestó gran parte de la Independencia. Un lugar en el que la figura femenina es exaltada, recordando el papel que jugó dentro de la lucha por la ciudadanía, pues no se les permitía votar, tener negocios y propiedades.
La decoración de la habitación está conformada por algunas sillas que se caracterizan por ser abstractas y no tener espacio para ser usadas, lo que muestra la poca posibilidad que tenían las mujeres de sentarse en la silla de la ciudadanía. Así mismo un juego de porcelanas y máscaras de color naranja y azul que plasman historias de un grupo de mujeres que participaron en las batallas disfrazadas de hombres en el Ejército y aquellas que confeccionaron los uniformes para esta institución.
Para Camila y Alejandra, estudiantes del Colegio Rosario de Funza, Cundinamarca, la chichería “muestra la importancia de la cultura colombiana, lo que representa y cómo nos identifica hoy en día, cómo estas chicherías, estas vasijas y demás representan lo que era el país y su cultura. Es importante volver a revivir estos escenarios para tener en cuenta cómo vivían en esa época y cómo ha evolucionado la sociedad”.
Chicha y bocadillos colombianos
Pero no todo es arte y literatura, la gastronomía es un gran motivo para celebrar los 200 años del país con “la Chichería El Porvenir”, ubicada al respaldo de la sección de ciudadanía. Un rincón ambientado por utensilios y demás objetos de la época, donde se encuentra una variedad de productos típicos colombianos.
Desde un vaso de chicha de 12 onzas a $6.000, todo tipo de café a partir de $3.500, almojábanas, pastelería de sal y dulce, hasta agua de panela con limón se encuentra en esta chichería, que se constituye como motivo para recordar la tradición gastronómica y como un complemento para la exposición.
“Creo que la chichería es como el broche de oro para cerrar el pabellón porque tiene una decoración que es muy alegórica a las chicherías de la Colonia. A mí me ha parecido muy lindo y a la gente le ha encantado”, menciona Luisa López, vendedora del lugar.
Muchos visitantes consumen esta bebida típica para recordar a sus familias, lugares autóctonos del país y sentirse más colombianos. Pero para Patricia, quien le parece ácida, la chicha “trae buenos y malos recuerdos porque nosotros sabemos que también la chicha embruteció a mucha gente. Sí fue lo que vivieron en ese momento y convocó, tuvo un sentido, pero también dañó a mucha gente. Hoy hay cosas iguales solo que con otro nombre”.
Igualdad, Independencia y libertad
La exposición continúa con el espacio de igualdad, donde sillas torcidas e inclinadas por sus extremos de diferentes tamaños reflejan lo que los Pardos, de origen africano, vivieron en la época colonial cuando la igualdad no era completa. A su vez muestra la prevalencia de la desigualdad en la actualidad con el racismo y la discriminación de género.
Otro de los conceptos clave es la Independencia, que es representada por obras como un mural y unas cortinas de algodón que ilustran principalmente cómo los indígenas eran cercanos a la Colonia para conseguir este ideal y tener total autonomía en sus territorios.
Para el ideal de libertad, un cuarto verde con diferentes escenarios decorados con vegetación es la obra que secuencia la exposición, donde cada hoja de árbol representa diferentes historias de personas esclavizadas que conciben este concepto de varias formas para obtener el derecho a ser libre.
Librería de Colombia
En el pabellón no puede faltar la dosis de literatura, por ello una gran librería finaliza la exposición, ofreciendo a los visitantes una amplia gama de opciones para leer conformada por secciones como: prioridad Colombia, visiones de Colombia, los libros que nos cuestionan, esta es nuestra tierra, la cual aborda la biodiversidad del país, lo que nos cuenta la historia, mujeres que crean mundos, cómo nos contamos, libros para mirarte y el lugar de la infancia.