Las autoridades estadounidenses publicaron el domingo una serie de recomendaciones para enmarcar el uso de los pequeños drones de uso civil, respondiendo así a años de vacío legislativo.
El ministerio de Transportes y la Agencia federal de la aviación civil (FAA) propusieron para los drones de menos de 25 kilos que los pilotos tengan una licencia, definiendo los vuelos por día y limitando la velocidad de los motores a 160 kilómetros por hora, a una altitud máxima de 152 metros para evitar las colisiones entre los aviones.
Estas recomendaciones, presentadas después de años, van a someterse a consulta pública en un período de 60 días antes de ser formalizadas, precisó el ministerio de Transportes en un comunicado.
"Tratamos de escribir reglas flexibles", declaró el administrador de la FAA, Michael Huerta. "Queremos mantener el extraordinario nivel de seguridad de nuestro espacio aéreo sin someter a este sector emergente a reglas excesivas".
Los pilotos de los drones deberán también tener una edad mínima de 17 años y deberá realizar un examen cada diez años para obtener una autorización de vuelo de la FAA, indicó también el ministerio de Transportes. Además del piloto autorizado, estos aparatos no podrán ser operados por otras personas, ni pilotos en los aeropuertos.
En otro comunicado la Casa Blanca apeló el domingo a aumentar la reglamentación para el uso de los drones, en aras de proteger la vida privada.
La idea principal de la declaración presidencial es que prohibir el uso de los drones para colectar informaciones privadas o confidenciales, lo que atenta contra la primera enmienda de la constitución estadounidense.
La reglamentación de los drones debe ser revisada a cada tres años para "asegurarnos que las reglas evolucionan al mismo ritmo que los avances tecnológicos", escribió la Casa Blanca.
A finales de enero, el presidente Obama habló sobre la importancia de crear una instancia reguladora de los drones civiles, al día siguiente de que una máquina piloteada a distancia chocara en los jardines de la Casa Blanca.
Durante los próximos cinco años, el cielo estadounidense deberá ser teatro de operaciones para unos 7.500 pequeños drones civiles/AFP.