Helen Gurley Brown, la atrevida editora de la revista femenina Cosmopolitan, quien durante tres décadas publicó miles de consejos sexuales para mujeres solteras y hombres curiosos, murió este lunes a los 90 años, anunció la corporación de medios Hearst.
Gurley Brown, cuya influencia se extendió en 64 ediciones internacionales de esta revista de contenido ligero y papel satinado, murió luego de una breve hospitalización en el Presbyterian Hospital de Nueva York, agregó.
"Ampliamente aclamada como una leyenda, el impacto de Gurley Brown en la cultura popular y en la sociedad alcanzaron todo el mundo, primero con su bestseller 'Sex and the Single Girl' (Sexo y la chica soltera) en 1962 y luego a través de más de tres décadas de imprimir su sello personal en Cosmopolitan", dijo Hearst.
"Bajo su reinado, Cosmopolitan se convirtió en la biblia de las 'chicas solteras' en todo el mundo y continúa siendo una revista para 'mujeres divertidas y sin miedo' hasta el día de hoy".
Cosmo, como se autodenomina frecuentemente la publicación, se diferencia de otras revistas femeninas por su devoción a las listas con trucos sexuales y desenfadadas recomendaciones sobre la relación de pareja, además de sus habituales notas sobre maquillaje o sobre lo último en materia de moda.
Era "un icono", dijo Frank Bennack Jr., director ejecutivo de Hearst Corporation, para quien su "fórmula de consejos directos y honestos en relación a las relaciones, la carrera y la belleza revolucionaron la industria de las revistas".
Gurley Brown se hizo cargo de Cosmopolitan en 1965 y se dedicó a predicar su mensaje de que "las chicas buenas van al cielo, las malas a todas partes", lema de la "chica Cosmo".
Hacia 1980 la publicación contaba con 300 páginas, un tercio de ellas de publicidad. En la actualidad se publica en 35 idiomas en más de 100 países.
En 2006 Gurley Brown explicó que el impacto de su libro "Sex and the Single Girl" cambió el equilibrio en el dormitorio.
"Antes de que escribiera mi libro, se pensaba que el sexo era sólo para los hombres y que las mujeres sólo cedían para satisfacerlos", afirmó. "Pero escribí lo que sabía que era cierto, que el sexo puede ser placentero tanto para los hombres como para las mujeres", dijo.
Gurley Brown y su marido, un productor que murió en 2010, también fueron filántropos. Gurley Brown acaba de donar recientemente 30 millones de dólares a las universidades de Stanford y Columbia para la creación de un Instituto para la Innovación de los Medios.