Casa E, uno de los teatros más importantes del país, cerró sus puertas debido a la pandemia al igual que varios establecimientos culturales. Hoy vuelve con Gaia, el árbol de los favores, una obra que le abrirá campo a una nueva faceta del escenario bogotano en la virtualidad.
Así lo afirmó Alejandra Borrero, famosa actriz de la televisión colombiana y fundadora del espacio, en entrevista con EL NUEVO SIGLO, quien también habló sobre la experiencia del escenario bogotano con los efectos del covid-19 y el teatro virtual con esta nueva pieza que se estrenó recientemente.
EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo ha sido la experiencia de Casa E con la pandemia de covid-19?
ALEJANDRA BORRERO: Casa E, como todos los teatros de Colombia, cerró durante todo el 2020. Nuestra última función fue en la primera semana de marzo, donde tuvimos salas llenas, sold out y una casa muy viva. Llevamos ya ocho meses sin público y con las luces apagadas, así que esta es una metáfora de lo que está pasando con el arte en Colombia.
ENS: ¿Cuál era el estado del teatro antes de la pandemia?
AB: Creo que no hay ningún teatro que no haya tenido deudas. Todos los que trabajamos en este medio, sabemos lo difícil que ha sido esta pandemia y que todos tenemos deudas que pagar. Así que han sido muchas cosas que he tenido que resolver antes de que se acabe el año y que tienen que ver con las deudas de la casa.
ENS: ¿La presentación de Gaia será el regreso de Casa E?
AB: Este es un regalo de Casa E. Gaia es una manera de contarles que si acabamos con Casa E, seguimos con Casa E Borrero y que ese es de alguna manera el último espectáculo, pero que seguimos trabajando en la virtualidad porque no sabemos todavía qué va a pasar con el teatro en vivo y eso nos compete a todos los artistas en Colombia. La casa sigue trabajando y nosotros preparamos este espectáculo que le regalamos al país de la mano de Idartes y Cencosud.
Gaia es una obra de teatro audiovisual, un documental, una música, es todo eso al mismo tiempo. No es común y corriente y tiene el propósito de no dejar una huella de carbono. Además está enmarcada en el Festival Ni Con El Pétalo De Una Rosa, el cual no pudimos hacer este año. Gaia está sacando hoy la cara por las mujeres dentro de este mes de no violencia femenina, introduciéndonos también en la Navidad. Esta pieza va a pasar por las pantallas gigantes de Idartes durante todo diciembre. Es un regalo para todos los que estuvieron en esta casa y todo el público que nos ha amado y atesorado durante tantos años.
ENS: ¿Cómo ha sido este proceso del teatro virtual?
AB: Ha sido un aprendizaje. Realmente Gaia es de esas obras, que como lo que hacemos en Casa E, tiene ingredientes que no conocemos y que nos vamos dando cuenta en el camino. Para esta puesta en escena abrimos convocatoria, le pedimos a la gente que nos mostrara su cotidianidad.
Gaia no tiene protagonista, es una obra internacional y tiene gente del mundo entero, pero también tiene muchos colombianos que nos contaron qué ha pasado durante esta pandemia por medio de una pieza como esta.
Se llama El árbol de los favores porque al final de la obra abrimos un reto para el público y es que hagan un favor sin esperar nada a cambio, ni siquiera las gracias y que reten a dos personas más para que podamos, no solamente sembrar árboles en Colombia, sino además aportar en este tema de solidaridad, que es uno de los cambios que empieza a surgir en esta sociedad que está todavía en cuarentena.
ENS: ¿Qué representa 2021 para Casa E?
AB: 2021 es una página en blanco; un reinventarnos completamente y un nuevo ciclo. Estamos en este momento abriendo Casa E Borrero y es lo que viene después de toda esta experiencia de Casa E.
ENS: ¿Casa E Borrero tendrá un escenario físico o virtual?
AB: Por ahora es virtual, no tenemos ni idea si lo vamos a poder hacer presencial. Esa incertidumbre queda todavía.
ENS: ¿Cuál sería una fórmula para que el teatro presencial siga vivo en Colombia?
AB: Creo que debemos tener una política cultural diferente que apoye y de granitos de arena a los artistas que no pueden seguir con su labor y puedan realmente trabajar a largo plazo. Una de las cosas que se debe hacer es que la cultura sea tratada como patrimonio y que debe ser realmente apoyada en ese sentido y no solamente exigida.
No podemos seguir pensando en que el arte tiene que llenarle los bolsillos a los otros, tenemos que enfocarnos en que el arte es fundamental para los seres humanos y si algo aprendimos en la pandemia fue eso, que es una manera de contar quiénes somos, de leernos, poner un espejo y reflejarnos.
El arte tiene unos ingredientes muy importantes que van mucho más allá de la boleta de todos los días y los artistas no podemos seguir pensando, en si la boleta entró o no para poder seguir respirando y viviendo. En este momento muchos artistas están viviendo del aire y eso es impensable, no debería estar sucediendo. El arte en vivo está llegando a una precariedad en una pobreza horrorosa, durante todo este año todo se ha paralizado, todas las propuestas que se estaban haciendo quedaron en el olvido, así que es un momento muy complejo y creo que todos iremos inventándonos maneras nuevas de sobrevivir, muchos se irán del arte y empezarán otros trabajos porque cuando no puedes presentarte tienes que pensar en cómo seguir viviendo.