¿Mal aliento? Descubra las causas y síntomas de la Halitosis | El Nuevo Siglo
El mal aliento, conocido como Halitosis se puede prevenir cuidando en no consumir con frecuencia alimentos como cebollas o ajos y teniendo una buena higiene bucal.
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Viernes, 23 de Octubre de 2020
Redacción Cultura

El mal aliento, también conocido como halitosis, puede dar vergüenza y, en algunos casos, incluso causar ansiedad. No sorprende que las tiendas estén llenas de gomas de mascar, pastillas de menta, enjuagues bucales y otros productos diseñados para combatir el mal aliento. Sin embargo, muchos de estos productos son solo medidas temporarias porque no combaten la causa del problema.

Según la Mayo Clinic, entre las causas del mal aliento, se encuentran algunos alimentos, enfermedades y hábitos. En muchos casos, la higiene dental adecuada y constante puede mejorarlo. No obstante, si las técnicas simples de cuidado personal no resuelven el problema, consulta con tu odontólogo o médico para asegurarte de que la causa de este mal no sea una enfermedad más grave.

A continuación, expertos de la Mayo Clinic manifiestan cuales son los síntomas más comunes y sus causas:

Síntomas

El mal aliento varía según el origen o la causa subyacente. Algunas personas se preocupan demasiado por el mal aliento, pese a tener muy poco o nada de olor en la boca; en cambio, otras personas tienen mal aliento y no lo saben. Debido a que es difícil evaluar el propio aliento, pide a un amigo cercano o pariente que resuelva tus dudas acerca del mal aliento.

Si tienes mal aliento, revisa tus hábitos de higiene bucal. Intenta realizar cambios en tu estilo de vida, como cepillarte los dientes y la lengua después de comer, usar hilo dental y beber mucha agua.

Si tu mal aliento continúa después de hacer esos cambios, consulta con el dentista. Si el dentista sospecha que un trastorno más grave está provocando tu mal aliento, posiblemente te derive a un médico para encontrar la causa del olor.

Causas

La mayoría de los casos de mal aliento comienzan en la boca, y existen varias causas posibles. Algunas de ellas son:

Alimentos. La descomposición de partículas de alimentos en los dientes y alrededor de ellos puede aumentar la cantidad de bacterias y causar un olor desagradable. Comer ciertos alimentos, como cebollas, ajo y especias, también puede causar mal aliento. Después de digerirlos, los alimentos ingresan en el torrente sanguíneo, son transportados a los pulmones y afectan el aliento.

 

Productos del tabaco. El hábito de fumar deja su propio olor desagradable en la boca. Los fumadores y quienes consumen tabaco, son más propensos a tener encías enfermas, que son otra fuente de mal aliento.

Mala higiene bucal. Si no te cepillas los dientes y usas hilo dental a diario, habrá partículas que queden en tu boca y produzcan mal aliento. Además, se forma sobre los dientes una película incolora y pegajosa producida por las bacterias (placa). Si no se la cepilla, la placa irrita las encías y finalmente forma bolsas llenas de placa entre los dientes y las encías (periodontitis). También la lengua puede atrapar bacterias que producen olor. En las dentaduras postizas que no se limpian con regularidad o que no encajan bien pueden quedar bacterias y partículas de alimentos que causan olor.

Boca seca. La saliva ayuda con la limpieza de la boca porque elimina las partículas que causan mal olor. Hay una enfermedad llamada “boca seca”, o xerostomía, que contribuye al mal aliento porque en ella disminuye la producción de saliva. La boca seca ocurre naturalmente durante el sueño y a eso se debe el mal aliento de la mañana, que empeora cuando uno duerme con la boca abierta. Si la boca seca es crónica, la causa podría ser algún problema en las glándulas salivales o ciertas enfermedades.

Medicamentos. Algunos medicamentos contribuyen a la sequedad de la boca y, por lo tanto, indirectamente provocan mal aliento. Otros se descomponen en el organismo y liberan sustancias químicas que se transportan al aliento.

Infecciones en la boca. El mal aliento puede ser causado por las heridas quirúrgicas después de una cirugía bucal, como la extracción de un diente, o porque hay caries, enfermedad de las encías o llagas bucales.

Otras afecciones de la boca, la nariz y la garganta. En ocasiones, el origen del mal aliento pueden ser pequeñas piedras que se forman en las amígdalas y se cubren de bacterias, lo que produce olor. También las infecciones o la inflamación crónica en la nariz, los senos paranasales o la garganta, que contribuyen al goteo nasal posterior, pueden provocar mal aliento.

Las enfermedades, como algunos tipos de cáncer, y otras afecciones, como los trastornos metabólicos, pueden producir un mal aliento distintivo debido a las sustancias químicas que producen. El reflujo crónico de los ácidos estomacales (reflujo gastroesofágico o GERD) puede asociarse con mal aliento. En los niños pequeños, el mal aliento puede ser causado por algún cuerpo extraño, tal como un trozo de alimento, alojado en una de las fosas nasales.