El arte de narrar con el cuerpo, de transmitir sin palabras y emocionar los sentidos llega al Teatro La Mama en junio de la mano del maestro del gesto y la pantomima Julio Ferro, quien en esta oportunidad presenta tres de sus más recientes montajes.
Han sido cuarenta años de explorar el conocimiento sobre su cuerpo y sobre lo que puede llegar a expresar con él. Aunque ha hecho teatro clásico y contemporáneo, el actor considera que la esencia del teatro son los gestos.
En el trabajo de Julio Ferro se descubre, no sólo un rico rigor expresivo, sino también una síntesis maravillosa de maestro, que brota de la sencillez y efectividad narrativa gestual, haciendo hablar al cuerpo, los sonidos y el espacio vacío, con lenguajes que cincelan la vida y esculpen los sentimientos más profundos sobre el tejido de nuestras tragedias.
El artista se ha constituido por su trabajo constante, desde hace varias décadas, como uno de los pioneros esenciales y más importantes mimos de Colombia, padre y gestor de todo un amplío movimiento de teatro gestual y pantomímico en Bogotá, en el resto del país y en América Latina, que persiste en la búsqueda de las utopías gestuales, silentes, carnavalescas y festivas, así como cínicas y beckettianas, profundamente ontológicas y existenciales.
Cuenta con una formación que incluye la participación en importantes eventos de alto rigor en el uso de la técnica y en la exigencia de la estética corporal; talleres de actuación, entrenamiento y expresión corporal, pantomima y dramaturgia en Colombia, Argentina, México, Francia, Alemania, Suiza, Italia y Checoslovaquia.
El mimo ha generado procesos importantes en el Teatro no Verbal y en formación de actores, liderando además diversas agrupaciones artísticas. No en vano su vida ha transcurrido entre la academia, las tablas, el trabajo comunitario y los espectáculos. Entre sus creaciones se encuentran: Juegos para una efemérides, Vía a la fantasía, Cuentos para soñar, Beso de América, Signos de amor, Trashumantes, Ahí viene la plaga, Maldita Yenni, El Mundo, La Historia de un caballo que era bien bonito, Aquí no ha pasado nada, Abrazantes, Desapariciosos, La vida es una sola, Sirviendo y Cumpliendo y Pa’ mis adentros. Además es el Director General de la Corporación de Teatro Producciones El Mimo y seis veces director del encuentro distrital Gestovivo.
Sus montajes exploran sentimientos como la esperanza, la desaparición forzada y el abandono, que cualquier persona podría sentir en una país cuyo contexto político y social lo conducen a sentimientos y pensamientos extremos, donde la tragedia se vuelve cómico y lo cómico parece ser, entonces, el único recurso para volver a sonreír en medio de un contexto que abruma las posibilidades de vivir y seguir siendo dignos más allá de cualquier condición externa. En la puesta en escena son pocos los elementos reales y los que están se encuentran cargados de simbolismo.
En esta ocasión Pa’ mis adentros, Cuentos pa’ soñar yAquí no ha pasado nada ofrecen una mirada crítica y sincera que enfrenta a la audiencia con la desnudez de la vida, a través de la historia de unos cualquiera que generaliza y reúne la felicidad, la pena y los sinsabores de una sociedad ávida de amor y felicidad.
Pa’ mis adentrosse basa en la historia de un hombre cuya vida se narra en tres momentos dramáticos. La juventud: la esperanza, la adultez; la desaparición y la vejez: el abandono. No solo es la historia de un individuo, sino de un país y su sociedad en un escenario social y político, los imaginarios sociales están allí, vivientes parlantes en este personaje, que llevan al espectador a reflexionar sobre esa continua polaridad entre querer vivir y querer morir.
Aquí no ha pasado nadaes una obra basada en la canción del compositor y cantante argentino Piero “Pedro Tierra”, en donde se logra una alta poetización sobre lo que nos viene dejando permanentemente el terrible fenómeno social de la violencia en Colombia, narrado desde las técnicas del mimo y elementos del mimo corporal, recogiendo a través de las más diversas peripecias que le suceden a un humilde campesino llamado Pedro, que se ve obligado a dejar su parcela lejos para poder salvar su vida.
Y en Cuentos para soñar, cuatro historias son llevadas a la escena por un personaje que está privado de la libertad, por causa de los equívocos de las autoridades. Pese a esta situación, el personaje cuenta historias fantásticas, donde la imaginación y el recurso creativo no tiene límites, involucrando el espectador en algunos juegos escénicos, donde la ilusión los transporta a los laberintos de la mente fantástica, donde un pez puede volar como un pájaro, una mosca se transforma en alimento y un bebe puede tomar la decisión de cuándo y cómo nacer.