Un montaje basado en la obra de William Shakespeare, pero que realmente se puede remontar a pleno siglo XXI en Colombia en donde la violencia que enfrenta la sociedad es una realidad, eso es La tempestad.
El teatro Varasanta presenta hasta el 25 de este mes una obra que aborda desde una perspectiva contemporánea lo complejo de esa realidad y cuestiona la validez del perdón en situaciones de pérdida irreparable. Se calcula que en Colombia hay más de 4 millones y medio de desplazados por el conflicto en las últimas décadas, que son forzados a abandonar sus fincas, su ganado y sus bienes por estar en medio del fuego cruzado entre guerrilla, paramilitares y ejército.
Para proteger sus familias ocupan cabeceras municipales y ciudades generando nuevos problemas socioeconómicos, hambrunas, hacinamiento de salubridad pública y por supuesto todo el conflicto sicológico de la orfandad, la no pertenencia, la desintegración familiar, la mutilación cultural de costumbres, tradiciones y la desesperanza. Frente a este hecho, Varasanta se hace una pregunta punzante: ¿Es posible pensar en el perdón en nuestro país?, ¿seríamos capaces de perdonar en una situación que nos afecte profundamente? Es así como el grupo, después de una inmersión en la historia y realidad colombianas, se sumerge en un espectáculo que busca la esperanza.
Bajo la dirección del reconocido director polaco Piotr Borowski creador del grupo de teatro independiente de Varsovia Studium Teatralne y la actuación especial de Fernando Montes, director del Teatro Varasanta, la puesta en escena inicia con una tormenta planeada por Próspero cuando éste se entera de que sus enemigos, incluido su hermano Antonio, viajan en un navío cerca de la isla donde lleva exiliado 12 años junto con su hija Miranda.
Allí, tejerá cuidadosamente su venganza pero también será objeto de la revolución que planea su esclavo Calibán, dueño legítimo de la isla. Desde la visión de un Próspero que se encuentra al límite de sus fuerzas y de su relación con los seres sometidos a su poder, los personajes de la obra se enfrentan a su propia tempestad, cuya salvación ofrece la posibilidad de un comienzo nuevo, de la reconciliación entre el pasado y el presente.
En la obra se rompe la trama teatral con la aparición de dos mujeres, no actrices, que fueron forzosamente expulsadas de su tierra y que testimonian la historia de aproximadamente cuatro millones de colombianos desplazados, esta acción crea el espacio para escuchar las voces de la realidad que plantean preguntas como: ¿Para una víctima cuáles son los límites del perdón? ¿Cuál es la relación entre perdón y olvido? ¿Existe esta posibilidad histórica de reconciliación en Colombia? y ¿podemos perdonar como lo hace Próspero?
La tempestad además cuenta con la actuación de Gina Gutiérrez, Liliana Montaña, Isabel Gaona, Marcia Cabrera, Beto Villada, Francisco Rebollo y Nicolás Cancino; los testimonios de María Esperanza Ramírez, Beatriz Rico y Trinidad Zamudio, con la música de Nicolás Montaña, el diseño y realización de escenografía de Philippe Legler, el Diseño de luces de Humberto Hernández y el diseño de vestuario de Rafael Arévalo.