Una parte de la prolífica obra de Stanislaw Lem, uno de los escritores polacos más importantes del mundo, vista desde las ilustraciones de Daniel Mróz, engalana por estos días los pasillos de la Biblioteca Virgilio Barco.
Consiste en la exposición “El Bestiario de Lem ilustrado por Mróz”, “que presenta los resultados de la colaboración entre ambos artistas, mostrando máquinas emancipadas, un poco ominosas y al mismo tiempo un poco grotescas, cuidadosamente dibujadas por Mróz y combinadas con sus descripciones encontradas en las novelas y cuentos del escritor polaco”, le dijo en entrevista a EL NUEVO SIGLO Margaret Szyk, encargada de asuntos culturales y promoción de la embajada de Polonia.
El año de Lem
La exposición, que estará abierta hasta el 13 de marzo y del 15 del mismo mes hasta el 10 de abril en la Biblioteca Pública Carlos E. Restrepo, surgió en el 2021, cuando el parlamento polaco declaró este como el Año de Lem para conmemorar el centenario del natalicio de esta famosa pluma, que nació en 1921 y falleció en el 2006.
“Su filosofía, su estilo literario y su prolífica imaginación recibieron bastante atención el año pasado, no solo en Polonia, sino también en las instituciones que promueven nuestra cultura en el extranjero, como nuestra embajada”, contó Szyk.
Dentro de esta conmemoración se realizaron diferentes actividades, como talleres, conferencias y además esta exposición que sigue vigente en Bogotá para dar a conocer el legado de Lem.
Fusión de arte y literatura
El artista gráfico Daniel Mróz, originario de Cracovia, Polonia, dio la forma gráfica más perfecta a los héroes de las obras de Lem. Para la mayoría de los admiradores del escritor, las ilustraciones de Mróz y los textos de Lem se han convertido en un todo inseparable.
Por eso, esta muestra les brindará a los visitantes una experiencia que fusiona el arte de Mróz con los textos de Lem, “Y ese es el atractivo principal de la muestra, que acude a lo visual. Por eso es una muestra para todos, no solo para los conocedores”, comentó Margaret.
Sin embargo, según Szyk las ilustraciones de Mróz no son auxiliares de la prosa de Lem, sino que construyen un mundo compatible y al mismo tiempo propio.
Por ejemplo, en la exposición se podrá ver cómo el ilustrador interpretó al personaje que Lem creó en “Los relatos del piloto Pirxs”, llamado Terminus, el cual lo describe así: “Parecido más a un caballero con armadura, que a un autómata, se balanceaba voluntariamente de un lado a otro. El hombro derecho parecía como si lo hubieran reemplazado, las caderas y los muslos tenían rastros de soldadura. Alrededor de las costuras de hierro, la chapa templada por el calor era casi de un color granito”.
“Y cuando uno ve la ilustración de Mróz nunca es una versión exacta de los textos del escritor. Él toma unos elementos. En este caso sería la armadura, la soldadura y en general la comparación a un caballero. Los interpreta dentro de la forma total de la figura, que termina siendo como una reducción o un extracto, pero más consistente y propio de la misma imaginación de Mróz”, explica.
El artista ilustró pocos libros de Lem, ya que su acervo es muy amplio. Aún así Mróz alcanzó a diseñar 10 portadas de los ejemplares del escritor e ilustró varias de las historias que aparecían en revistas como relatos cortos o cuentos. “Pero eso fue suficiente para que él sea recordado por los lectores como el principal ilustrador de la obra de Lem”, destacó Margaret.
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Genio visionario
Lem, además de ser un autor famoso en Polonia “Creo que hasta en la calle preguntando cualquier persona al azar sabría quién es”, indica Margaret, es una de las plumas más destacadas a nivel mundial por la vigencia que tiene su obra.
Traducido a más de 41 idiomas, el autor obtuvo fama en especial con el género de la ficción. En sus obras, contrasta la condición humana como ser biológico y pensante, con el mundo de la inteligencia artificial y otros seres inanimados. Su trabajo es un fenómeno a escala global, con una enorme influencia y un papel formador de cultura.
“Él supo incluir todas las preguntas y cuestiones derivadas del choque de las humanidades y la medicina con la ingeniería y la futurología. Esto lo combinó con su estilo propio de escritura y también con bastante humor e imaginación”.
Sus intereses y temas abarcan cuestiones tan importantes como las relacionadas con la aparición de robots autoconscientes y la inteligencia artificial, y problemas legales generados por los logros de la medicina moderna.
La obra del polaco evolucionó con el tiempo. En sus inicios en la escritura recorrió el género de la novela de aventuras, en las que la acción y el espacio eran constantes en sus historias, “en línea con las exigencias del socialismo en Polonia”.
Luego del cambio de gobierno, cuando “el clima político estaba más relajado y los creadores ganaron un poco más de libertad, creó nuevas novelas y cuentos como por ejemplo ‘Relatos de Pilotopirx’ y ‘Solarix’, que probablemente es una de sus novelas más conocidas, llevada al cine en más de una versión, incluso le dio la fama internacional”.
Otras de sus obras más importantes fueron “Fábulas de robots” y “Ciberíada”, que confirmaron su talento como escritor, ganándose el título en el mundo de las letras de “genio visionario”, ya que “finalmente fue capaz de predecir varios avances del futuro que estamos viviendo hoy en día. Por eso su obra no ha perdido su encanto”, indicó la experta.