A través de 58 obras de artistas como Andy Warhol, Jean-Michel Basquiat o Banksy, el museo Picasso de Barcelona muestra la influencia del genio español, fallecido hace 41 años, en el arte contemporáneo de los cinco continentes.
Abierta el jueves al público y programada hasta el 29 de junio, la exposición "Post-Picasso, reacciones contemporáneas" es el gran acontecimiento de la temporada en este museo, que este año celebra su 50 aniversario.
La exhibición no incluye cuadros ni esculturas de Pablo Picasso (1881-1973) ya que su objetivo es demostrar que "su obra y su reputación continúan generando un fructífero diálogo y debate con artistas contemporáneos a nivel mundial", afirma el museo.
"Picasso es el artista que más me ha influenciado desde mi infancia", reconocía el pintor turco Bedri Baykam en la inauguración de la exposición, que incluye su obra "El harén de Aviñón tiene cien años", una reinterpretación de uno de los cuadros más reconocidos del español, "Les Demoiselles d'Avignon".
En total, la muestra reúne trabajos de 41 artistas procedentes de los cinco continentes y con una amplia gama de soportes: pintura, vídeo, fotografía, escultura y grabado.
"Es el enfoque global que queríamos dar a esta exhibición, planteada no para enfatizar el trabajo de artistas en Europa y Norteamérica sino mirar mucho más allá", dice el comisario Michael FitzGerald.
Así, el visitante encontrará obras del congoleño Cheri Samba o el surafricano Jantjes, el iraquí Dia al-Azzawi, el brasileño Vik Muniz, el indio Atul Dodiya o los argentinos Guillermo Kuitca y Constanza Piaggio.
"La diversidad era un objetivo primario en esta exposición y nos ha permitido descubrir muchas obras relativamente desconocidas en la corriente artística occidental", añade.
El artista callejero Banksy es el encargado de dar la bienvenida al visitante con toda una declaración de intenciones.
Se trata de una lápida de mármol en la que el enigmático grafitero londinense esculpió la famosa cita del español "Los malos artistas copian, los buenos roban", con el nombre de Picasso tachado y substituido por el de Banksy.
A partir de ahí se abre un recorrido dividido en seis etapas, que trazan los distintos periodos de la obra de Picasso: el cubismo, la época azul y la época rosa, el surrealismo, las últimas obras, "Les Demoiselles d'Avignon" y su pieza cumbre, el "Guernica".
En la sala dedicada a este cuadro, la exposición muestra cómo marcó a numerosos artistas que denunciaron violaciones de los derechos humanos a finales del siglo XX: desde la crítica al racismo en Estados Unidos de mano de la afroamericana Faith Ringgold, a la guerra de Sudán plasmada por Ibrahim el-Salahi en "Lo inevitable", cuadro que pintó tras haber sido encarcelado por el gobierno de su país.
"Picasso nos ha dejado un magnífico legado de creatividad y originalidad. Deseo que viendo su trabajo, podamos quedarnos con algo de su genio y su valentía", afirmaba el autor sudanés durante la inauguración de la muestra.
En otra obra claramente reivindicativa, "Nido de pájaro al estilo cubista", el pintor chino Zhang Hongtu desconstruye al más puro estilo picassiano el estadio olímpico de Pekín para reclamar el respeto a los derechos humanos en su país.
La muestra refleja también la huella de Picasso en la obra de artistas emblemáticos como los estadounidenses Andy Warhol o Jean-Michel Basquiat, cuyo paso del grafitismo a la pintura figurativa deja patente la influencia del pintor y escultor español.
El diálogo entablado entre Basquiat y la obra tardía del español es especialmente evidente en "Sin título (Pablo Picasso)", donde retrata a un Picasso adolescente aunque con la nariz y el peinado muy similares a los del propio estadounidense.