Un acto de rebeldía desencadena una serie de acontecimientos que a veces no tienen “ni pies ni cabeza”, así, poco a poco, se desarrolla la nueva puesta en escena que presenta el Teatro Nacional: La forma de las cosas.
Este relato después de ser aplaudido en Broadway, Londres, Barcelona, Buenos Aires y París, y de pasar por la pantalla grande, finalmente llega a Bogotá. Todo empieza en un evento algo sorpresivo: un par de universitarios se conocen en un museo. Ella es una estudiante rebelde que busca interceder con spray una escultura para cuestionar el moralismo de una comunidad. Él es el guardia que de manera medio ingenua debe evitar el vandalismo artístico.
Entre indirectas y diálogos inteligentes ella lo reta, pero él no sabe qué hacer. A ella se le hace que él es tierno y torpe; a él se le hace que ella es sagaz y hermosa. En medio de la charla terminan intercambiando teléfonos y así se concreta una cita que desencadenará otras donde aparecen los amigos, las ilusiones, el amor, y hasta el ángel y demonio que todos llevamos dentro. Un juego de transformaciones, con final inesperado donde al bajar el telón nadie vuelve a ser el mismo.
Escrita en 2001 por el dramaturgo norteamericano Neil Labute, la obra es ante todo una tragicomedia sobre la vanidad humana. En ella, cuatro jóvenes e inquietos estudiantes viven situaciones propias de la universidad donde cuestionan la vida, el amor, el arte y las reglas sociales, pero al mismo tiempo son absorbidos por la necesidad de sobresalir socialmente, de seducir al otro y de lograr el éxito profesional. Una historia que podría parecer adolescente y normal pero cuyo aparente humor rosa toma visos irónicos y punzantes hasta convertirse en un juicio implacable sobre el lado más oscuro de la naturaleza humana.
La forma de las cosases provocadora, perversa, inteligente y mordaz, está dirigida por Pedro Salazar y protagonizada por Valentina Acosta, Claudio Cataño, Diana Alfonso y Andrés Rojas. Esta nueva comedia estará en temporada hasta el 29 de junio.