La ciudad de los otros cosechó un enorme triunfo | El Nuevo Siglo
Viernes, 24 de Mayo de 2013

Por Emilio Sanmiguel

Especial para El Nuevo Siglo

 

El ballet y la danza sobreviven en Colombia porque un puñado de locos se le mide a realizar eventos como el III Festival Impulsos 2013 · Danza y Cuerpo hoy que antenoche, en el Teatro Municipal,  se inauguró con La ciudad de los otros del grupo Sankofa de Medellín.

 

Como la acogida del público fue importante, y el teatro, que de los de Bogotá es el que tiene mayor aforo estaba casi a tope, los augurios para el desarrollo del evento son los más halagüeños.

 

No porque el teatro estuviera casi a tope es que los augurios son positivos, aclaro, sino porque la presentación de La ciudad de los otros fue un éxito rotundo, conmovedor y por fuera de cualquier sombra de dudas.

 

En el pasado, entiendo, la noche inaugural se encomendó a compañías del exterior, por lo novedoso que resulta ver lo que se hace por fuera y en la danza moderna la novedad y la audacia son más que una premisa.

 

Este año, decía, se encomendó la inauguración a Sankofa de Medellín. Antes de que se alzara el telón aparecieron tres de los dementes que, en buena hora, se le miden a organizar un festival que se extiende por 11 días, con participantes de 7 países y más de 20 funciones, en el ya mencionado Municipal, en la Casa del Teatro Nacional, en la Fundación Alzate y en la Factoría L’Explose. Tres dementes, Daniel Álvarez, director del Teatro Nacional y ya demuestra estar ahí por méritos personales; Juliana Reyes, hoy por hoy indispensable en el desarrollo de la dramaturgia de danza en el país, y Tino Fernández, director de L’Explose, que, por la fortaleza de sus propuestas y  su audacia coreográfica, le ha dado a la danza un nuevo impulso en Bogotá. Cada uno dijo lo suyo, breve, sustancioso y sinceramente aplaudido.

 

Al otro lado el público, un público entusiasta, alegre, receptivo, sin prejuicios, sobretodo eso, sin prejuicios; ausencia absoluta de Jet-set criollo, de farándula mediática, de políticos uñilargos (gracias a Dios y a santa Laura de Jericó, porque lo arruinan todo) y, helas, de la Ministra; de las ausencias la más notable y deplorable, porque la cultura, la verdadera cultura es esa que se cocina en eventos como <Impulsos> o el Iberoamericano de Teatro, bueno, a falta de la doctora Mariana estaba la ex ministra de Cultura María Consuelo Araújo, aparentemente en representación suya...

 

 

La ciudad de los otros

 

No hay que sorprenderse con la reacción del público cuando concluyó La ciudad de los otros de Sakofa de Medellín. No hay que sorprenderse porque el auditorio era entusiasta, sin prejuicios y receptivo. Y no hay duda de que ese mensaje de reivindicación racial y el espíritu de manifiesto que se respira en algunas de las escenas fue rápidamente captado por el auditorio.

 

Sin embargo, lo verdaderamente interesante fue que ese espíritu reivindicativo no se convirtió en un panfleto. Porque la danza, urbana, callejera, como quiera llamarse, fue la constante a lo largo de un espectáculo, eminentemente musical, pero tejido sobre una red de atmósferas sonoras y rítmicas de enrome intensidad, más que sobre una propuesta musical propiamente dicha.

 

En apariencia la alegría de la danza fue el hilo conductor. Pero algunas de las escenas contradijeron ese trasegar de acontecimientos callejeros, de segregación y auto segregación, de agresión y solidaridad en las relaciones.

 

La ciudad de los otros es una metáfora, o mejor, un retrato de la realidad de las minorías, impecablemente bailada, ingeniosamente coreografiada por Rafael Palacios el director de la compañía, y llevada a escena con un alarde de austeridad y buen gusto en el atinado diseño del vestuario del coreógrafo y en la fina escenografía de y las impecables luces de Álvaro Tobón. Por supuesto, en lo suyo, bailado con impecable calidad y cuadratura.

 

Por eso la reacción del público fue tan emocional. Porque se trató de una verdad dolorosa dicha través del lenguaje de la belleza, de la estética y del objeto último y primigenio de Impulsos: la danza.

 

La programación de esta noche

 

Hoy y mañana, el escenario del Municipal está ocupado por una de la propuesta que más expectativas ha generado, Bon Appétit de Francia y USA. La coreografía de Johan Amselm está concebida para poner a prueba el sistema nervioso de los espectadores.

 

La Casa del Teatro presenta hoy Escrito absurdo, coreografía de Vladimir Rodríguez y Omar Carrum en una coproducción del grupo Delfos de Méjico y Cortocinesis de Colombia; mañana, El mar sin nombre de Colombia/Costa Rica.

 

También esta noche, pero en la Factoría l’Explose, en el capítulo de performancia va Transparente de Martha Hincapié y Danza Común; mañana Eternos/Job 7:8 de Colectivo 6º/Cinemática.

 

Un festival que no hay que perderse. Por su calidad y porque, de verdad, la boletería no puede ser más asequible: ¡la boleta más costosa vale $30,000!, casi lo que una hamburguesa, de esas que lo llevan a uno a la tumba antes de tiempo… y no le permiten disfrutar del Iberoamericano del 2014 o Impulsos 2015… y no se compara.