Julio Verne ‘emerge’ en Medellín | El Nuevo Siglo
Jueves, 12 de Septiembre de 2013

Por Marcela Madrid Vergara

Especial para El Nuevo Siglo

 

Cada año, la ciudad de la eterna primavera se paraliza por cuenta de la literatura. Desde mañana hasta el 22 de septiembre, unas 350mil personas se reunirán en lugares como el Parque Explora, el Jardín Botánico y el Planetario Medellín para celebrar la Fiesta del Libro y la Cultura.

El encuentro abrirá con música y poesía. Versos de León de Greiff, Manuel Mejía Vallejo, Gonzalo Arango y otros siete poetas antioqueños de todos los tiempos serán convertidos en música por la Big Band Eafit, junto a la Orquesta de Tango y el Quinteto de Vientos de la Red de Escuelas de Música de  Medellín.

En esta séptima versión se festejarán los escritores y las ciudades. Representantes de la literatura española, inglesa, argentina, mexicana, colombiana, peruana, vienen a contar cómo se relacionan con su propia ciudad. En diálogo con autores locales, revelarán cómo se conjugan en su obra las relaciones de las ciudades donde ha vivido.

EL NUEVO SIGLOhabló con Juan Diego Mejía, quien dirige por primera vez la Fiesta del Libro y la Cultura en Medellín, un evento financiado en su totalidad por dineros públicos que se la juega por convertir a la capital antioqueña en una ciudad literaria.

EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo está la lectura en Medellín?

JUAN DIEGO MEJÍA: Las cifras de lectura no son buenas en Medellín ni en el resto del país, a pesar de que la ciudad ha avanzado tanto en el tema de dotación de libros y construcción de bibliotecas. Con eventos como la Fiesta del Libro queremos que los ciudadanos vean para qué sirve lo que tienen en sus barrios.

 

ENS: ¿Por qué es una Fiesta?

 

JDM: Tiene algo adicional a las ferias. Primero, la celebración al aire libre en espacio común; segundo, el componente de la promoción de lectura.

 

Cuando la gente se junta alrededor de algo en un espacio público es como si estuvieran marcando un territorio. Lo que ha hecho Medellín es apropiarse de las calles de nuevo, después de muchos años en que estuvo encerrada por el miedo y las bombas. La fiesta del libro es como una declaratoria de soberanía de la ciudad sobre el espacio público.

 

 

ENS: ¿Cómo se escogieron los espacios, qué significado tienen?

 

JDM:La Fiesta del Libro se desarrolla en el norte de la ciudad, el sector más deprimido, una zona que había estado abandonada a pesar de contar con lugares como el Jardín Botánico, la Universidad de Antioquia y el Planetario.

 

El norte se ha vuelto un punto de encuentro y por eso es importante que la Fiesta del Libro se desarrolle ahí, donde había una deuda histórica.

 

 

ENS: ¿Logran convocar personas de todos los sectores de la ciudad?

 

JDM:Siempre hemos creído que al norte solamente van los del norte, y al sur los del sur.  Pero lo cierto es que la participación de universidades como Eafit y otras entidades culturales que tienen sede en el sur convocan a su comunidad.

Hay programación descentralizada en varios sectores de la ciudad: los centros comerciales, la casa de teatro El Poblado, el Teatrico. Esa es la forma como queremos llevarle la fiesta a la gente e invitarlos a que vengan sin importar donde vivan.

 

ENS: ¿Cómo surgió la Fiesta hace siete años?

JDM:Medellín había estado haciendo ferias del libro en el Palacio de Exposiciones. Ahí se desarrollaba con el modelo de Bogotá: traer a los expositores, exhibir los libros, charlas académicas y punto.

 

La gente no se entusiasmaba realmente por ese evento. En una ocasión se cayó el techo sobre unos libros de Héctor Abad. Fue como una señal que nos puso a pensar. Decidimos que hay otros caminos y Medellín fue encontrando su propio camino: el de fiesta en lugar de feria.

 

ENS: ¿Por qué escogen este año a Julio Verne como invitado especial?

 

JDM:Con los invitados se crea una puerta de entrada de la gente del común a la literatura y Julio Verne nos da esa opción. Hay una exposición organizada por el Parque Explora, que muestra en una carpa de 300 metros todos los mundos de Julio Verne: el túnel por  el que uno caería si va al centro de la tierra, la escafandra para llegar al fondo del mar, el proyectil con el que llegan a la luna, los globos en los que se viajaba alrededor del mundo. Una experiencia sensorial que le permite al visitante pasar a través del mundo de fantasía y sentirse motivado a leer esas historias.

 

ENS: También hay una especie de homenaje a Manuel Mejía Vallejo. ¿Qué representa él para Medellín?

JDM:Personalmente, fue mi maestro. Pero para la ciudad y el país es un nombre muy grande. Su obra fue la que rompió la rutina que había con la literatura colombiana. Yo diría que él y Álvaro Mutis, quien también nació en 1923, dieron los pasos necesarios para que surgiera el monstruo de la literatura que es García Márquez. Por ser un hombre de la tierra, entrañable para nosotros, queremos hacerle un homenaje.

 

ENS: ¿Qué es el libro amarillo y qué se busca con su difusión?

 

JDM:El libro amarillo tiene la misma intención del invitado de la literatura universal. Busca que la gente común y corriente se acerque a la literatura. Este año el libro amarillo se llama La insólita resurrección de Julio Verne. Es una reflexión que plantea qué pasaría si Verne estuviera vivo o resucitara hoy en Medellín.

Se publican muchos ejemplares, se reparte masivamente en colegios y establecimientos públicos para que tengan de primera mano la oportunidad de entrar en el mundo de las letras con una publicación muy sencilla de 5 páginas, que a la vez conecta con historias mucho más complejas.