Con una historia que divide su corazón en dos Juliana Peñaranda-Loftus, cineasta cucuteña, aspira a un Premio Óscar con su más reciente documental The Crossing, el cual fue puesto a consideración por la Academia para competir en la categoría de Mejor Documental Corto en 2021.
No es la primera vez que la directora usa su lente para crear y mostrar al mundo una historia reconocida, ya que desde 2001 ha hecho largometrajes, documentales y otras producciones que han tenido éxito a nivel internacional.
Adicionalmente, ha producido varias películas de ficción para el director James W. Hausler como Suicide Trip, Wild 7 y Kalamity.
Importante: Apúntese a unas vacaciones artísticas con el Museo Nacional
La cineasta habló en entrevista con EL NUEVO SIGLO sobre este paso hacia los Óscar, la historia de su documental y su trayectoria.
EL NUEVO SIGLO: The Crossing, ¿de qué se trata este documental que está ahora en el radar de la crítica cinematográfica internacional?
JULIANA PEÑARANDA LOFTUS: The Crossing cuenta la historia de Cúcuta, de la zona fronteriza con Venezuela, de la cual no se sabía mucho a nivel internacional a pesar de todo lo que estaba pasando, sino hasta febrero de 2019 cuando esta ciudad se convierte en el foco de atención mundial con una noticia que aparece en CNN y en otros medios anunciando un concierto humanitario ahí.de Con ese anuncio decido viajar a mi ciudad natal para filmar este intento histórico de entregar ayuda humanitaria a través la frontera.
The Crossing tiene un desenlace inesperado y en el transcurso del documental aparecen testimonios de diferentes refugiados y activistas venezolanos, que hablan de esta situación muy dolorosa, que enfrenta ese país. Por encima de todo The Crossing da un mensaje de solidaridad de Colombia para el mundo y un llamado de ayuda para nuestros hermanos venezolanos.
ENS: ¿Por qué escoger el tema de la migración para esta pieza?
JPL: La historia se desarrolla en una ciudad en la que crecí, me siento muy venezolana y creo que cualquier cucuteño es así, porque crecimos cruzando la frontera todo el tiempo, entonces conocimos esa Venezuela con mucho auge. Cuando empezaron todos los cambios políticos desde 1998, me cayó como si fuera mi propio país y en 2013 cuando comenzó a empeorar la situación, ahí sentí que eso estaba pasándome a mí, entonces me llegó de una manera muy personal y al mismo tiempo era la oportunidad de contar esta historia a un público grande, de lo que estaba pasando con esta crisis humanitaria.
EN: ¿Cómo fue el trabajo en medio de la comunidad antes y durante el rodaje?
JPL: La comunidad me recibió con los brazos abiertos en febrero de 2019 porque ellos estaban ansiosos de mostrar su historia, de contarle al mundo lo que estaba pasando. Vieron en la cámara una oportunidad de contar sus experiencias, tanto por los venezolanos como por los habitantes de Cúcuta, entonces fueron muy abiertos en manifestarme sus testimonios y experiencias con la crisis que estaban viviendo en la frontera.
ENS: Por ahora el documental fue considerado por la Academia para competir en la próxima edición de los Premios Óscar, pero ¿qué representa este primer paso en uno de los eventos más importantes de la industria del cine?
JPL: El documental ha sido aceptado en la carrera oficial para los Óscar, es un proceso que acaba de empezar, lo más difícil es calificar y lo hicimos. El siguiente paso es en febrero con la elección de 10 finalistas y de estos se escogen cinco y ahí es la competencia final.
Que The Crossing esté en competencia es una oportunidad muy grande, no solo para mí como cineasta, sino para Venezuela y Colombia, así como también para dar visibilidad a esta problemática. Es una oportunidad muy importante para contar a la audiencia internacional lo que está pasando en nuestro país, en la frontera y, obviamente, en Venezuela.
ENS: ¿Cuál es el camino que ha recorrido esta producción para llegar a los Premios Óscar?
JPL: El documental empezó su camino en ciclo de festivales a mediados de septiembre de este año, estuvo invitado al Vancouver International Film Festival, ahí tuvimos nuestra premier mundial; después pasó al San Luis International Film Festival, un evento que también es calificado por los Premios Óscar; de ahí pasamos al Bangkok International Film Festival en Tailandia y el último, que fue el pasado fin de semana, el Holly Shorts, en Los Ángeles.
Ahora con lo del covid-19 estos festivales han sido online, entonces como cineasta ha sido un gran proceso de ajuste porque estamos acostumbrados a mostrar nuestras películas en el cine durante estos eventos, en estar ahí hablando con otros cineastas y la audiencia en general. Fue un cambio, pero como todos, nos estamos adaptando y estamos mostrando el documental de manera digital por ahora y seguimos recibiendo nuevas invitaciones: hay unos intereses de unos festivales europeos.
ENS: Esta no es la primera producción en su carrea que ha tomado vuelo, en 2016 se aventuró con Landfill Harmonic, ¿Cuál fue el proceso con este exitoso documental?
JPL: Con Lanfill Harmonic fue un proceso muy interesante. Duramos cinco años en producción siguiendo la historia de una orquesta de niños que crecieron en un barrio muy pobre, donde había un vertedero muy grande y empezaron a construir instrumentos con basura. Estuvimos más de un año en festivales y al día de hoy se ha presentado en más de 300 eventos desde que salió.
Pero lo más importante, aparte de estar en festivales y que estuvo distribuido por HBO en Latinoamérica y en Estados Unidos, es que le dimos la oportunidad a los niños de dar a conocer su arte e inspirar al mundo, a personas de diferentes razas, niños y maestros. Es una historia que inspira transformación de vidas, entonces fue y sigue siendo una experiencia de mucho orgullo.
ENS: ¿Cuáles son los planes para Juliana Peñaranda en 2021?
JPL: Ahora el año entrante la meta es sacar adelante The Crossing para que le llegue a las audiencias y sea distribuido. Ya estoy pensando en un seriado de documentales sobre las diferentes crisis de refugiados en el mundo, ya no en forma de un largometraje, sino que sería un seriado. Mi sueño es volver a filmar y hacer una película de ficción en Colombia, entonces también lo tengo como meta cercana.