La enfermera hallada muerta tres días después de haber sido engañada por dos locutores que se hicieron pasar por la reina Isabel II y el príncipe Carlos para obtener información sobre la hospitalizada Catalina se ahorcó, según un primer informe policial divulgado el jueves en Londres.
Jacintha Saldanha, una mujer de origen indio de 46 años, casada y con dos hijos, fue descubierta colgada en la habitación que ocupaba en unas dependencias reservadas a las enfermeras cercanas al hospital King Edward VII por una compañera y un guardia de seguridad el pasado 7 de diciembre.
"Desgraciadamente fue hallada colgada", declaró el inspector de la policía James Harman al presentar las primeras conclusiones de su investigación y de la autopsia en una breve vista celebrada en un juzgado de instrucción londinense
"También tenía lesiones en la muñeca", agregó precisando que "no hay circunstancias sospechosas", lo que descarta una acción criminal.
La policía encontró dos notas escritas en la habitación y otra más entre sus pertenencias, de las que por el momento no se ha revelado el contenido.
Los detectives también están examinando sus últimas llamadas telefónicas y sus correos electrónicos en busca de pistas sobre su muerte.
La investigación judicial formal para establecer las circunstancias exactas de la muerte de la enfermera se llevará a cabo en marzo próximo, una vez se hayan completado las pesquisas policiales y los exámenes toxicológicos.
Jacintha Saldanha fue la enfermera que contestó el martes de la semana pasada en el hospital King Edward VII a la llamada de los dos locutores de la radio australiana 2Day FM pidiendo información sobre el estado de salud de Catalina, la esposa del príncipe Guillermo ingresada desde el día anterior por una complicación relacionada con su reciente embarazo, y se la transfirió a una compañera que atendía a la paciente y les dio un parte detallado.
La prensa británica habló desde el principio de un aparente suicidio, y el primer ministro David Cameron calificó el lunes de "tragedia absoluta" el "suicidio" de la enfermera.
Al parecer, Saldanha no le dijo a su familia, que reside en la ciudad de Bristol (suroeste de Inglaterra), que se había dejado embaucar por la falsa reina y su compañero, cuya llamada se extendió rápidamente por todo el mundo a través de internet y de las redes sociales.
El regulador australiano de la comunicación lanzó el jueves una investigación sobre la broma telefónica de 2Day FM, propiedad del grupo Southern Cross Austereo, que podría acarrearle una multa o incluso la pérdida de la licencia.
El presidente de la Autoridad Australiana de las Comunicaciones y Medios de Comunicación (ACMA por sus siglas en inglés) precisó que la pesquisa se centrará en si la emisora "respetó sus obligaciones de radiodifusión", y no en la conducta de los dos locutores, Mel Greig y Michael Christian, quienes han sido blanco de la ola de indignación mundial provocada por la muerte de la enfermera.
Según la normativa vigente en Australia, la víctima de una broma telefónica debe dar su acuerdo antes de su difusión en un medio de comunicación.
El director de Southern Cross Austereo dijo esta semana que la emisora había tratado de comunicarse cinco veces con el hospital para hablar de la grabación antes de emitirla, pero la dirección del King Edward VII afirma que no mantuvo ningún contacto con la emisora entre la llamada falsa y su difusión.
La radio australiana 2Day FM anunció el martes que iba a ofrecer sus ingresos publicitarios entre ahora y fin de año, estimados en alrededor de medio millón de dólares estadounidenses a la familia de Saldanha.
Los dos locutores, por su parte, se declararon esta semana "destrozados" por este "dramático giro de los acontecimientos que nadie podía prever", y pidieron públicamente perdón a la familia en una emotiva entrevista.
Una misa en recuerdo de Jacintha Saldanha se celebrará el sábado en la catedral católica de Westminster, la religión que profesaba la fallecida.