¿Depredador sexual en serie o víctima inocente? El juicio penal de Harvey Weinstein por crímenes sexuales comenzará este lunes en Nueva York, dos años después del escándalo que dio nacimiento al movimiento #MeToo y tumbó a decenas de hombres poderosos acusados de acoso o agresión sexual.
El exproductor de cine independiente de 67 años, hasta el escándalo uno de los ejecutivos más poderosos de Hollywood, puede ser condenado a una pena máxima de cadena perpetua si es hallado culpable de agresión sexual depredadora en este juicio que debe durar unas seis semanas.
Durante años fue uno de los productores independientes más poderosos de Hollywood. Podía construir o destruir carreras en el mundo del cine y la televisión. Era venerado y temido. Meryl Streep dijo una vez que era "Dios".
Pero hace más de dos años ya que Harvey Weinstein, de 67 años y unos 100 kilos de peso, fue denunciado por acoso, agresión sexual o violación por más de 80 mujeres a lo largo de 40 años.
Desde el próximo lunes será juzgado en la corte estatal de Nueva York, y si es hallado culpable, puede terminar su vida en la cárcel.
Las actrices Ashley Judd, Gwyneth Paltrow, Kate Beckinsale, Uma Thurman y Salma Hayek lo acusaron de acoso o agresión sexual. Asia Argento, Rose McGowan y Paz de la Huerta, de violación. Mira Sorvino y Ashley Judd aseguran que acabó con sus carreras porque no cedieron ante su acoso.
Muchas contaron que el colérico e impaciente Weinstein las citaba en cuartos de hotel, donde las recibía cubierto con una bata de baño y las invitaba a dar o recibir masajes y a que lo vieran desnudo y excitándose.
Pero el corpulento exproductor será juzgado penalmente solo por dos acusaciones que no han prescrito: fue acusado de practicar sexo oral a la exasistente de producción Mimi Haleyi contra su voluntad en 2006, y de violar en 2013 a otra mujer que permanece en el anonimato.
"Durante años fue mi monstruo", escribió la actriz mexicana Salma Hayek, relatando lo que vivió durante la filmación de "Frida" en 2002. Le decía siempre que no, pero Weinstein respondía con una "ira maquiavélica" y amenazaba con matarla.
De las cenizas del imperio que construyó nacieron movimientos como el #MeToo y el Time's Up, que alentaron a decenas de miles de mujeres de todo el mundo a denunciar en las redes sociales a hombres poderosos que las han abusado o acosado y desataron un cambio cultural de actitud: tolerancia cero a este tipo de conducta.
Cuesta abajo
Una gran investigación sobre su mala conducta sexual publicada por el diario The New York Times el 5 de octubre de 2017, sumada a otro reportaje en la revista The New Yorker, desataron un escándalo que acabó con su carrera, su matrimonio y su reputación.
Fue expulsado de la Academia del cine de Estados Unidos y de su propia empresa, The Weinstein Company (TWC).
En noviembre de 2017, un mes después de que estalló el escándalo, se internó en un centro de rehabilitación para tratar su adicción al sexo.
Su segunda esposa, la diseñadora de modas británica Georgina Chapman, con quien tuvo dos de sus cinco hijos, se divorció de él.
Weinstein está en libertad tras pagar una gran fianza. Lleva un brazalete electrónico y permanece recluido en una casa alquilada en un suburbio neoyorquino, cerca de sus hijos menores.
Sus escapadas a Manhattan son riesgosas: en octubre, varias mujeres lo asediaron en un bar, gritándole "violador" y "monstruo" hasta que fueron expulsadas del lugar.
El mes pasado apareció en la corte pálido, caminando con un andador antes de ser operado de la espalda debido a un accidente de coche que sufrió en agosto.
El rey de los Óscar
Nacido en Queens el 19 de marzo de 1952, hijo de un cortador de diamantes, Weinstein estudió en la Universidad de Buffalo e inicialmente produjo conciertos de rock con su hermano Bob.
Ambos cofundaron su primer estudio de cine, Miramax, en 1979. Sus éxitos incluyeron "Sexo, mentiras y video", de Steven Soderbergh (1989) y "Shakespeare enamorado" (1998), ganador de siete estatuillas y por el cual Weinstein compartió un Óscar a la mejor película.
Miramax produjo también el primer éxito de Quentin Tarantino, "Pulp Fiction" (1994) y "El paciente inglés" (1997, nueve Óscar).
Miramax fue vendida a Disney en 1993 y los hermanos dejaron la empresa en 2005 para fundar The Weinstein Company.
A lo largo de los años, las películas de Weinstein recibieron más de 300 nominaciones al Óscar y 81 estatuillas.
Llegó a tener una fortuna personal de 240 millones a 300 millones de dólares, que mengua velozmente tras su caída en desgracia.
Los fiscales aseguran que el acusado vendió seis propiedades por un total de 60 millones de dólares en los últimos dos años para pagar cuentas legales y financiar a sus dos exmujeres.
TWC declaró la bancarrota el año pasado y fue comprada por el fondo de inversiones Lantern.
En diciembre Weinstein llegó a un acuerdo de 25 millones de dólares con más de 30 actrices y exempleadas que lo demandaron. La cuenta será pagada por su excompañía y empresas de seguros.
Hoy Weinstein inspira a Hollywood, pero como el malo de la película. Un filme de suspense basado en el escándalo, "The Assistant", se estrena a fines de este mes.
Y está en marcha otra película con producción de Brad Pitt, que encaró a Weinstein en 1995 y amenazó con matarlo si no paraba de acosar sexualmente a su novia de entonces, Gwyneth Paltrow.
Si el productor de cine es hallado culpable por el jurado y recibe una pena de cárcel será un hito para el movimiento #MeToo, que lucha contra el acoso sexual y el abuso de poder en Hollywood y otras industrias, del periodismo a la gastronomía o la música.
Desde que surgió el movimiento luego del tsunami de acusaciones contra Weinstein, casi todos los hombres que fueron acusados y perdieron sus puestos de trabajo han evitado procesos penales.
El único otro juicio penal en el horizonte es el del cantante de R&B R. Kelly, que fue acusado el año pasado de varios ataques sexuales contra jovencitas, aunque las denuncias de mala conducta sexual le persiguen desde hace mucho más tiempo.
El comediante estadounidense Bill Cosby fue sentenciado a tres años de cárcel como mínimo por agresión sexual en septiembre de 2018. Su proceso penal comenzó a fines de 2015, dos años antes del escándalo Weinstein.