El Museo de Arte Moderno de Bogotá cierra por todo lo alto este 2012 presentando el trabajo de uno de los pintores más relevantes del siglo XX en el país. Más de 20 fotografías y cerca de 50 pinturas hacen parte de Poética del paisaje, muestra que rescata la obra de Gonzalo Ariza, gran artista para los amantes de la plástica nacional.
La exhibición estará abierta al público en la sala Marta Traba y en la sala Alejandro Obregón hasta el 30 de enero. “La exposición es un homenaje al maestro Gonzalo Ariza que este año cumplió 100 años de nacimiento, y como muchos saben él ha sido uno de los grandes artistas en Colombia. El le dio un nuevo valor al paisaje colombiano estudiando en Japón aprendiendo técnicas, tanto de lo que se estaba haciendo en las vanguardias europeas en la década de los 30 como en Colombia; entonces el observa los paisajes y el vivía en la candelaria en su cotidianidad.” asegura María Elvira Ardilla, curadora de la muestra.
Gonzalo Ariza tenía un estilo único en sus pinturas se compenetraba con el paisaje: “El madrugaba todos los días y hacia un paisaje en Monserrate y no pintaba como si estuviera de frente a la naturaleza sino desde arriba, como en un avión, elemento clave de la pintura japonés” agrega María Elvira.
En medio de sus paseos matutinos, el maestro Gonzalo Ariza es capaz de mostrar la imponencia de varios paisajes como el de La Mesa, allí tenía una finca para pasar el tiempo con su familia, y el salto del Tequendama: “el maestro no se movió mucho ni exploró el territorio, pero si podíamos afirmar que después de la expedición cartográfica tuvo una misión más amplia de la atmosfera y la botánica, lo que plasmaba muy bien en sus pinturas” afirma Ardila.
En su época el maestro fue rechazado por su trabajo debido a que no seguía la línea artística de ese momento. La crítica argentina Marta Traba se encargó de decirle a los amantes de arte en el país, que lo que pintaba Ariza no se debía pintar: “Es que Marta llega en los 50 con una visión totalmente modernista del siglo XX, con las vanguardias que se dan en ese entonces en Europa como el cubismo y la abstracción. Ella viene con vientos de cambio. Sin embargo, esos postulados, que Traba de alguna forma proponía, se han ido reevaluando y el arte es algo que mira el pasado y plantea otras cosas. Quién va a decir que los koguis no son de las culturas más valoradas de la humanidad. Igual a nadie se le puede juzgar por pensar así” comenta Maria Elvira de la muestra que se llevará a cabo hasta el 30 de enero en el Mambo.
El trabajo de Ariza evidencia además una cercanía al arte japonés y a la cultura Zen, elementos adquiridos durante su visita al País del Sol Naciente en 1936. Ardila afirma que con esa visita que hizo “revoluciona el arte usando el zen, porque hablar de eso y más en los años 40 y 50 es un poco extraño, donde primero el pintor no esta en el cuadro sino que se funde con la materia de su pintura y se transforma en piedras, en montañas y se convierte en el paisaje… Gonzalo Ariza también era un pensador, era un humano muy intelectual”
El trabajo de Ariza a pesar de haber sido rechazado hace unas décadas, las personas que visitan la exposición en el Museo de Arte Moderno de Bogotá se han encontrado con una muestra que definitivamente revela la esencia de la naturaleza y el paisaje colombiano “he recibido mensajes de persona anónimas que se sienten complacidos al contemplar las muestra”.
Así mismo, Poética del Paisaje incluye más de 20 fotografías de 1938 “vale recordar que el maestro era hijo de Aristides Ariza, uno de los fotógrafos más importantes del país, sin embargo, y a pesar de que el maestro sabía la técnica por la que podría ser comparado con Leo Matíz, él no quiso sobresalir nunca con la fotografía, eso se lo dejaba a su padre” agrega Ardila.
“Son muchas las razones para ver esta exposición que mueve el alma, porque sabe a los paseos de las familias con ese cielo grumoso y se ve el sonido de los grillos cantándole a la luna” concluye María Elvira Ardila.