Los reyes de la moda Calvin Klein y Ralph Lauren cerraron triunfalmente la Semana de la Moda de Nueva York, con un poco de dandi inglés y un look urbano cool, antes de que Marc Jacobs culmine con su invitada Lady Gaga.
Jacobs dio fin con broche de oro a la temporada de la moda neoyorquina y trajo como invitada sorpresa a la cantante y actriz Lady Gaga.
Con un peinado de los años 20, Gaga vistió un abrigo gris inmenso - en un cuerpo bastante más pequeño que el resto de las modelos - con pieles en las mangas, sobre una blusa verde pastel con un lazo atado en el cuello y enormes tacones en los pies.
Según el sitio especializado Women's Wear Daily, Gaga, conocida por su look extravagante, insistió en preparase en las mismas condiciones que las demás modelos.
La colección de Jacobs, oscura con predominio de gris y negro, explora múltiples estilos: desde una chaqueta de jean, bien masculina, a un vestido muy femenino con blanco y negro y lunares.
Poco antes, Ralph Lauren fue quien dio el inicio al último día de desfiles de la temporada otoño/invierno 2016 mostrando que sabe vestir a las mujeres: un look dandi inglés para el día y otro, muy glamoroso y femenino con faldas que parecen de oro líquido, para la noche.
La actriz Sienna Miller, vestida de negro, fue la invitada de honor. Se sentó junto a la sacerdotisa de la moda, la editora de Vogue Anna Wintour, y la familia Lauren en lo que tradicionalmente es el desfile más popular de la Semana de la Moda.
El diseñador autodidacta de 76 años, que en tanto ha contribuido a definir el estilo chic moderno estadounidense, eligió un look varonil para sus prendas de día. La pasarela se llenó de tonos otoñales: grises, marrones, verdes y burdeos.
En su colección otoño/invierno 2016 hace amplio uso del tweed, escocesas y sus clásicas telas de traje, para crear pantalones amplios, blazers y gabardinas, acompañados por el adorno de una corbata masculina al cuello.
Para endulzar el formalismo de las telas de traje, los diseños incluían delicados tejidos de cachemira, pantalones plisados de seda y camisas de seda.
- Oro líquido -
Ralph Lauren completó el look campestre de dandi inglés con detalles de estilo intrínsecamente estadounidense como cinturones, botas y jeans con aires de cowboy.
Sus prendas para la noche son de una elegancia con influencias victorianas -cuellos altos, de encaje, de terciopelo negro o plisados- y prusianas, por ejemplo con un abrigo que parece un batín de la era romántica.
En la pasarela resaltó un impresionante vestido largo de terciopelo negro, presentado por la súpermodelo estadounidense Karlie Kloss, con acabados blancos: puños y un escote de una amplia tela plisada.
Otra creación igual de exquisita fue un vestido de cóctel negro decorado con puños de volantes de cuero plisado y un cuello que desafiaba la gravedad, dándole un aspecto escultural.
La novedad del desfile fue una serie de faldas amplias, tan típicas del diseñador, y un vestido mikado, de una tela dorada resplandeciente que daba la impresión de estar hecha de oro líquido.
Ralph Lifshitz, su verdadero nombre, nació en el barrio Bronx en Nueva York de padres inmigrantes judíos pobres y empezó su carrera como diseñador autodidacta de corbatas. Nunca se formó en una escuela de moda.
Logró popularidad gracias a su típica camiseta de tipo polo que llevan la insignia del jugador de polo a caballo, uniforme oficioso e informal de las clases pudientes en muchos países.
Las colecciones de pasarela de Raph Lauren encarnan un look pulido con aspiraciones de aristocracia europea pero que, con su elegancia simple, ha creado un look único estadounidense.
- Magia animal -
Francisco Costa, el director creativo brasileño de Calvin Klein, organizó su desfile en un soleado loft de Tribeca para mostrar el Nueva York "cool": el estilo que define la marca y a los pioneros de la modernidad, es decir la moda urbana.
Sumándose al omnipresente negro, cuadros blancos, azules y negros se fusionaba un tono rosa viejo. Sus elegantes trajes iban acompañados de blusas de seda con arriesgados escotes en V y, en sus accesorios, se sumó a una tendencia que también se vio en la pasarela de Vera Want y Alexander Wang.
También se vieron grandes cuellos de piel, otra clave de esta temporada, y faldas creadas con paneles de cuero cortado para darles movimiento. Los cuadros escoceses se mezclaban con diferentes estampados en las dos mangas de un vestido.
Desfilaron también un "animal print" en blanco y amarillo, un efecto de tigre, y un vestido con estampado estilo leopardo o dálmata acompañado de una chaqueta blanca y negra también de "animal print".
La temporada de la moda neoyorquina viaja ahora a Europa con paradas en Londres, París y Milán.