"John Carter" es la primera superproducción que se aventura en llevar a la pantalla una serie de novelas populares sobre un ex capitán de la Guerra que es transportado a Marte.
Respetando la visión de Marte que escribió hace un siglo el mismo autor de Tarzán, el director de "Buscando a Nemo" lanza "John Carter", una millonaria superproducción rica en efectos especiales sobre un oficial del siglo XIX convertido en héroe entre los marcianos.
El oficial Carter, interpretado por Taylor Kitsh, descubre que gracias a la escasa gravedad de Marte puede dar saltos de decenas de metros, un inesperado superpoder que los marcianos -los verdes "tharks" de cuatro brazos y los rojos homínidos- buscan capitalizar.
El personaje se encuentra entonces en medio de una guerra tribal y a cargo de salvar a la princesa de Marte de un matrimonio forzado.
Para este actor canadiense que antes de encarnar a Gambit en "X-Men Origins" (2009) había trabajado en sólo otras cuatro películas, convertirse en un musculoso superhéroe humano en Marte que muestra el torso desnudo la mayor parte de la cinta fue el trabajo más arduo de su papel.
"Fue extremadamente físico, absolutamente demandante, por decir poco", dijo Taylor. "Hubo que trabajar intensamente la parte estética desde cuatro meses antes de empezar a rodar, con dieta y entrenamiento, y luego durante otros siete meses de rodaje".
Si bien las escenas en locación fueron filmadas en el "marciano" lago Powell, entre los desiertos de Utah y Arizona (suroeste), Taylor debió rodar la mayoría de las tomas colgando de un arnés, para simular los cabrunos saltos de su personaje.
"Cuando abría la puerta del 'trailer' a las siete de la mañana, ahí estaba el arnés", dijo el actor de 30 años recordando sin ninguna nostalgia uno de los momentos climáticos de la cinta, cuando Carter es forzado a luchar contra dos "gorilas" blancos gigantes y para el que tuvo que dar saltos de 25 metros.
"Te parece que te vas a romper los tobillos o algo, pero por suerte no pasó nada", aseguró. Nada, excepto: "Como cien heridas pequeñas, una torcedura en el tobillo, esguinces en las ingles, daño en un tendón y en el hombro, muchas cortaduras, pero nada serio".
Al parecer, Taylor no fue el único con problemas en el rodaje. La productora, Disney, tuvo que desembolsar un colosal presupuesto de al menos 250 millones de dólares para llevar a cabo esta superproducción tan ambiciosa como lo fueron en su momento "La Guerra de las Galaxias" o "Harry Potter".
Con la voz de Willem Dafoe como el gurú caído en desgracia de los "tharks", el filme tiene la mira puesta en una saga, tanto más si se toma en cuenta que "John Carter" se basa en apenas el primer libro de los 11 que escribió Rice Burroughs entre 1912 y 1948./AFP