Del horror a la comedia, pasando por los dramas intimistas, las animaciones, los documentales y los filmes de autor para el gran público, el Festival de Sundance celebra 30 años con una variedad de géneros sin precedente, que refleja la renovada vitalidad del cine independiente.
El festival, que comienza el jueves en Park City, en las montañas de Utah (oeste), y termina el 26 de enero, fue fundado hace 30 años por el actor y director Robert Redford, para dar un espacio a la producción independiente en un entorno estadounidense donde Hollywood es el rey supremo.
Lanzado muy modestamente, el evento se ha convertido con el paso de los años en punto de encuentro de autores nacionales y extranjeros, impulsando las carreras de cineastas como Quentin Tarantino, Robert Rodríguez, David O. Russell, Paul Thomas Anderson, Steven Soderbergh, Jim Jarmusch y Darren Aronofsky.
Sundance ofrecerá este año a profesionales y público en general 121 largometrajes, entre ellos 100 estrenos mundiales, procedentes de 37 países. En esta selección hay 54 operas primas, incluyendo 35 en competición.
El número cada vez mayor de películas presentadas al comité de selección -12.218 este año- evidencia la vitalidad de una industria que está empezando a recuperarse después de la aguda crisis de financiación posterior a la debacle financiera de 2008.
De acuerdo con los organizadores del festival, el aumento de la actividad también se asocia a un uso más frecuente del cine de género (suspense, thriller, horror, acción).
"Vemos que los cineastas independientes incorporan elementos de género en sus películas, que son posibles gracias a la tecnología", dijo a la AFP John Cooper, director del festival.
Para él, el cine de género "ayuda al público a adherirse más facilmente a propuestas fuera de lo trillado".
Testimonio de ello este año son las cintas "Life after Beth" y "Jamie Marks is dead", que utilizan los códigos de las películas de fantasmas y zombies, el primero para contar una historia de amor, el segundo para ilustrar un relato de iniciación.
Grandes nombres en la "alfombra blanca"
Varias estrellas del ambiente independiente -y otras- estarán este año en los créditos de las películas en competencia y desfilarán en la "alfombra blanca" de Park City.
Kristen Stewart, recién liberada de la saga "Crepúsculo", será una guardia de la prisión de Guantánamo en el film "Camp X-Ray", mientras que Anne Hathaway encontrará a su hermano músico en "Song One".
También estarán Phillip Seymour Hoffman, con "God's Pocket", la creadora e intérprete de la serie "Girls" Lena Dunham, con "Happy Christmas", Aaron Paul, de "Breaking Bad", y Juliette Lewis, con "Hellion", así como también Mark Ruffalo, con "Infinitely Polar Bear", y Kristen Wiig, con "The Skeleton Twins".
Sundance presentará además una de las cintas de cine independiente más esperadas del año, "Boyhood", de Richard Linklater, filmada con Ethan Hawke y Patricia Arquette durante un período de diez años, mostrando la vida de una familia y el ingreso de los niños en la adultez.
La sección fuera de concurso Premieres también aportará su parte de actores de prestigio, entre ellos Michael Fassbender, Keira Knightley, Alfred Molina, Willem Dafoe, Steve Coogan y Ryan Reynolds.
En el apartado documentales, el segundo pilar del festival, incluye varios títulos sobre Internet ("Web Junkie", "Love Child"), películas sobre el traficante de armas ruso Viktor Bout ("The Notorious Mr. Bout") y la obesidad en Estados Unidos ("Fed Up").
También se exhibirá lo último de las estrellas del documental Alex Gibney ("Finding Fela") y Hubert Sauper ("We come as friends").
La historia reciente dirá presente, en especial la campaña presidencial del estadounidense Mitt Romney ("Mitt"), que perdió con Barack Obama en las últimas elecciones, o la relación entre el FBI y el famoso mafioso James Bulger, cuyo sensacional juicio se celebró el pasado verano boreal ("Whitey: United States of America v. James J. Bulger").
Por primer año, el festival también contará con una sección para niños, con el estreno mundial de la versión estadounidense de la película francesa de animación "Ernest et Célestine", que podría llegar a competir en los próximos premios Óscar.